Esta cantidad de soja que ya está comprometida con los compradores representa unos USD 240 millones, si se toma de referencia el precio de USD 300 por tonelada.
El vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastore, además explicó que otras 1.500.000 toneladas continúan en los silos, a la espera de su traslado a los puertos, que también están abarrotados.
Si bien es una opción desviar el trayecto de la soja producida en el sureste del país hacia terminales fluviales del Departamento Central, esto representa un sobrecosto en el flete.
Los sectores afectados conversaron con autoridades sobre la urgente necesidad de coordinar la apertura de las represas de Itaipú y Yacyretá en simultáneo con otras pertenecientes al Brasil para liberar las barcazas varadas, pero hasta el momento no hay respuesta, dijo el presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym), Esteban Dos Santos.
PEDIDO DE DRAGADO. Además de los intentos de mejorar el caudal del río Paraná con ayuda de las represas, Cafym solicitó al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones el llamado urgente a licitación para retirar 3 millones de metros cúbicos de lodo de manera a asegurar por el resto del año la navegabilidad del río Paraguay, que también registra problemas de bajante.
Actualmente hay una lentitud en las exportaciones, ya que las barcazas no pueden cargar el 100% de su capacidad, pero la situación puede empeorar.
“Si no tomamos intervención en este momento, a fines de julio o en agosto, directamente va a ser imposible navegar”, expresó Dos Santos.
Agregó que el Covid-19 no es excusa para el atraso de los trabajos de dragado, atendiendo que la recuperación económica depende de las exportaciones, que se concretan en un 75% vía fluvial.
Por el momento, se retira lodo en la zona de Villeta, pero no es suficiente para mejorar la navegación.