“Existen valoraciones numéricas del incremento de la probabilidad de perforación del casco de la Estación Espacial Internacional de un 5%", declaró el director ejecutivo de la entidad espacial rusa, Serguéi Krikaliov, citado por Interfax.
El alto funcionario, ex cosmonauta, vinculó estos cambios a la prueba realizada el pasado lunes por la India en la que utilizó un misil para destruir un satélite espacial a una altura de 300 kilómetros, con lo que se convirtió en el cuarto país en realizar este tipo de ensayos, después de EEUU, Rusia y China.
Según el director del Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias de Rusia, Borís Shustov, la situación podría alcanzar el umbral del síndrome de Kessler, que imposibilitaría la realización de vuelos espaciales.
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El síndrome de Kessler es una especie de efecto dominó, en el que la basura espacial choca entre sí, generando un mayor número de pequeños fragmentos que ponen en alto riesgo las misiones espaciales.
“Es posible que ya hayamos cruzado en cierto sentido la frontera en la que superpoblamos el espacio circunterrestre al punto en que ya tiene vida propia y se convierte en una especie de escudo que no permitirá realizar investigaciones espaciales en el futuro”, alertó.
En la actualidad el Sistema de Control del Espacio ha catalogado más de 50.000 objetos ubicados en diversas órbitas, cuya masa total ascendería a las 7.200 toneladas.