–¿Qué incluye el apoyo técnico que trae la UNODC para el Paraguay en la lucha contra las drogas?
–Obviamente, hay nuevos desafíos en temas del crimen organizado y el narcotráfico, y es nuestro mandato tratar de trabajar con los gobiernos, de apoyar sus esfuerzos para prevenir todo tipo de criminalidad. Entonces, estamos iniciando un nuevo programa que va a apoyar a los países del Cono Sur en temas de drogas sintéticas, que tiene un enfoque integral, que incluye la prevención y también los temas para reforzar las capacidades de todos los sectores, incluyendo las de Salud, pero especialmente al área de la Justicia, que incluye la investigación, el sector forense y sus distintos aspectos.
–¿Cuál fue el resultado del programa en otros países?
–Fue muy positivo y algo que hemos visto aquella vez, a principios del 2022 en la Argentina, cuando fallecieron 24 personas en 24 horas, los narcotraficantes mezclaron cocaína con carfentenilo, que es aún más fuerte que fentenilo. Fue una alerta fuerte en la Argentina y lógicamente en el resto de la región. Desde allí, empezamos a trabajar con ellos y de cómo prepararse para luchar contra las drogas sintéticas y cómo evitar situaciones como esta.
–¿Qué otros temas aborda el programa para la preparación de las autoridades?
–El programa también toca aspectos sobre ciberdelito, porque muchas veces las drogas sintéticas se venden en línea; aspectos sobre cómo reforzar la integridad de las autoridades responsables, además de muchos temas técnicos en términos de drogas sintéticas, porque hasta ahora en la región había mucha atención sobre cocaína, marihuana, pero no tanto sobre drogas sintéticas, entonces la idea del programa es reforzar la capacidad de identificar las drogas, cómo manejarlas de manera segura.
–¿Qué desafíos hallan en los distintos países ante el avance de las drogas sintéticas y las nuevas sustancias sicoactivas?
–Un reto importante respecto a las nuevas sustancias sicoactivas es eso mismo, que se están creando más sustancias, por lo que fuimos notando que entre los años 2008 y 2009 se habían detectado siete sustancias nuevas en la región latinoamericana; sin embargo, entre el 2022 y 2023 ya se detectaron 136 sustancias y esto muestra la diversidad potencial que hay en estas sustancias. Entonces, muchas veces los químicos que están fabricando estas drogas, están tratando de cambiar componentes y no saben cuál será el impacto de esas drogas y los riesgos para la salud pública. Entonces por eso es un desafío muy importante, por lo que es necesario un sistema global de alerta temprana y reforzar la capacidad forense para saber de qué se trata, porque se dieron incautaciones de sustancias y nadie sabía qué era.
–¿Cuál es la droga sintética que actualmente causa más inconvenientes en la región?
–La droga sintética que es muy típica en la región es la llamada tusi o cocaína rosada. La llaman de esta forma, pero en realidad tiene una mezcla de diferentes sustancias. Esta droga es muy peligrosa para el consumidor, porque no piensa que está consumiendo algo de lo que no saben sus componentes. No solo es un riesgo para el consumidor, sino también para el sector de medicina, porque no existe capacidad de respuesta ante alguna sobredosis de esta droga.
–¿Es un parámetro preventivo observar lo que sucede en Norteamérica en varias cuestiones, teniendo en cuenta que luego se traslada a nuestra región del sur?
–Creo que todo el mundo está mirando lo que está pasando en Norteamérica con mucha precaución y preocupación, por esto también es que pensamos que es muy importante usar este tiempo que tenemos para preparar a los países del Cono Sur y Latinoamérica, para evitar las situaciones que se producen en otras regiones, donde las drogas sintéticas son muy comunes y tienen altos riesgos para la salud.