27 abr. 2025

Hay pobres extremos entre los afectados

Para llegar a la precaria vivienda de Crescencio González se deben atravesar propiedades alambradas luego de un trayecto de varios kilómetros desde la ruta. Con casi 70 años le tomó por sorpresa la deuda de G. 15 millones que figura a su nombre en el CAH.

A diferencia de los demás afectados, Crescencio aún no pudo interiorizarse de su caso. Se enteró mediante los vecinos que le comentaron que funcionarios lo andaban buscando para verificar su situación.

Hasta el momento no pudo acercarse hasta el Crédito Agrícola o la Fiscalía, debido a que carece de medios para trasladarse al centro urbano, distante a unos 50 kilómetros de su compañía.

Con su familia cría apenas algunas gallinas y cultiva mandioca para autoconsumo. El poblador expresó su indignación debido a que alguien más se aprovechó de un dinero que si llegaba en realidad a sus manos lo invertiría para progresar.

En una similar condición vive Marcial Figueredo, de 68 años de edad. Su casa, completamente deteriorada y sin servicios básicos, contrasta con las demás edificaciones del casco urbano de San Pedro del Paraná. A su nombre figura una deuda de G. 23 millones.

Con ayuda de su sobrina radicó la denuncia ante la Fiscalía, donde desconoce hasta dónde avanzó la investigación.