Algunas industrias lácteas directamente no salieron al mercado y los camiones que se animaron a circular se encuentran varados por el bloqueo de rutas. Asimismo, las granjas que producen cerdos y aves no están recibiendo los balanceados para alimentarlos.
Para la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) es válido el reclamo de los camioneros, pero no comparte la forma de protesta con los cierres de rutas porque impiden el libre tránsito y obstaculizan el desarrollo normal de los trabajos.
“El movimiento siempre se resiente, no solo en la parte de granos y sus derivados, sino toda la cadena asociada como carne, lácteos, insumos, alimentos para los animales”, refirió el director ejecutivo del gremio, Hugo Pastore.
Entre los efectos inmediatos resalta la imposibilidad de que las cargas de granos lleguen a los puertos y que los derivados, como el caso de los balanceados, no lleguen a las granjas de cerdos y aves, donde diariamente los animales deben recibir la proteína.
Capeco es miembro de la Unión de Gremios de la Producción que esta semana se pronunció ante la falta de gestión para dar una solución a la suba del precio de los combustibles.
Sector lechero. Por su parte, la Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos (Capainlac) informó que algunas empresas ayer decidieron no salir al mercado ante el riesgo que representa salir a las rutas tomadas por los camioneros, teniendo en cuenta la experiencia del paro del año pasado, cuando se registraron incidentes.
Desde el inicio de las protestas, se dificultó tanto el acopio de leche, que depende del traslado de materia prima desde los tambos hasta las industrias, así como el abastecimiento de los puntos de venta al por menor para los consumidores finales. Igualmente, los conductores tratan de utilizar caminos alternativos para depositar la leche, a fin de no perder la producción de los pequeños tamberos.
A este ritmo, en dos a tres días podría faltar leche en las góndolas, advirtió el titular de la agrupación industrial, Erno Becker. “Es una situación quebrantosa, hay varios camiones retenidos”, lamentó.
Sobre estos casos comentó que además representa un sobrecosto, ya que se trata de vehículos refrigerados que consumen combustible en todo momento.
Contrabando. El riesgo de desabastecimiento puede repercutir en otro efecto adverso. Becker considera que de esta forma el contrabando tiene mayores ventajas para “caminar en la oscuridad” e ingresar al mercado local, especialmente los derivados, como el caso de los quesos que provienen de Argentina.
Mayor costo de producción para el sector hortícola
El encarecimiento de los combustibles e insumos agrícolas derivó en un aumento de los costos de producción hortícola.
En las parcelas hay mucha siembra y esperanzas para el sector que se dedica al tomate y locote. Esperan que este año se pueda vender a buen precio y que merme el contrabando. El coordinador del Consejo Nacional de Productores Frutihortícolas, Máximo González, explicó que el costo de producción del tomate es de G. 4.000 por kilo y del locote G. 3.500. Para dejar un margen de ganancia, deben salir de las fincas a G. 6.000 y G. 5.000 el kilo, respectivamente.