Esta situación quedó evidenciada con la expulsión de Kattya González, en febrero pasado, quien ni siquiera tenía una denuncia judicial encima, pero sí se convirtió en la piedra en el zapato de varios.
En contrapartida, hay algunos que responden al cartismo que se convirtieron en mimados y son intocables.
Como ejemplo, Hernán Rivas, quien había sido acusado por supuesto título falso de abogado por la Universidad Sudamericana. Kattya había tenido la osadía de impulsar la pérdida de investidura, pero terminó yéndose ella.
Otro caso es el de Erico Galeano, quien fue acusado por lavado de dinero y asociación criminal, pero es impensable que se pueda promover su salida.
Además, el caso de Javier Vera, alias Chaqueñito, con varias inconductas encima, la última fue el maltrato a una funcionaria indígena, pero ni una amonestación recibió.