El prebendarismo, principalmente en la política, consiste en la práctica de favorecer a un grupo de personas con cargos o puestos lucrativos y fue empleado preferentemente en el siglo XIX en España para beneficiar a quienes mantenían relaciones de lealtad política.
A lo largo de los años, ese mismo sistema de “prebendas” se fue instalando en Paraguay, sobre todo ante la falta de alternancia política, y aparentemente el candidato a presidente del Partido Colorado, Santiago Peña, pretende sostener.
En comunicación con Última Hora, el historiador Claudio Fuentes rememoró cómo fue surgiendo ese modelo en el país.
Comenzó recordando que con la Guerra Civil de 1947 la sociedad paraguaya se dividió y esto generó una gran cantidad de exiliados opositores, principalmente liberales febreristas y comunistas, muchos de los cuales formaban parte de la administración pública.
Entonces, ese grupo tuvo que ser reemplazado por personas “más leales”, principalmente porque en aquellos años el Partido Colorado sostenía la filosofía de Natalicio González: lograr la identificación del Estado en la Asociación Nacional Republicana (ANR).
Por ende, en cada gobierno colorado que se sucedía, desde la breve anarquía colorada de 1948 a 1949, pasando por el periodo de Federico Chaves (1949-1954) en adelante, “se fue acrecentando” el reemplazo de funcionarios opositores o apartidarios por quienes manifestaban una lealtad asegurada hacia los colorados.
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Dijo que, incluso, era favorecido mayormente un sector determinado del Partido Colorado, ya que en esa época también existían las disputas internas, como se dio en los últimos años entre el movimiento Honor Colorado y Colorado Añetete, ahora Fuerza Republicana.
Mientras tanto, el profesional explicó que después de la Guerra Civil prácticamente no existieron reacciones sociales contra el prebendarismo que se estaba alojando en la administración pública, debido a que la mayor parte de la población crítica estaba en el exilio.
Manifestó también que, pese a que en parte “había algunos elementos no partidarios en el sector público”, en cada oportunidad que tenía el gobierno de turno las instituciones se fueron coloradizando aún más.
La “unidad granítica” con Stroessner
Posteriormente, durante la era dictatorial de Alfredo Stroessner, se sumó el esquema de coloradizar el Ejército nacional, surgiendo así la “unidad granítica”, es decir, la unidad entre el Gobierno, el Partido Colorado y las Fuerzas Armadas, las cuales sostuvieron durante 35 años a la dictadura.
“Eso se basaba en una filosofía partidaria que invitaba a la confusión entre lo que era partido político y lo que era el Estado paraguayo. Confusión que hasta hoy en día existe, en términos de la identificación del Partido Colorado con el Estado y el Estado con ese partido. Entonces, el Partido Colorado se convirtió lentamente, principalmente desde 1954 con la dictadura, en el partido de Estado”, sostuvo.
En ese sentido, ejemplificó que el presidente de una seccional colorada, en cualquier punto del país, incluso era considerado casi como una autoridad nacional más, pese a que solo representaba a una unidad político-partidaria.
El historiador sostuvo que, si bien en esos años también se requería “cierta formación profesional” para acceder a un puesto, esto estaba acompañado de la exigencia principal del clientelismo político, que “era vital en la dictadura”.
No obstante, para 1981, cuando comenzó la decadencia económica en la era de Alfredo Stroessner, ese reparto clientelar ya no pudo ser sostenido de la misma manera, por lo que surgió una división interna dentro del propio stronismo.
Esto finalmente llevó a la crisis de 1987, cuando se desarrolló la convención de la ANR y donde los militantes encabezados por el “cuatrinomio de oro” expulsaron a los tradicionalistas.
“Es decir, este modelo clientelar (de prebendarismo) es posible en la medida en que haya una economía que pueda sostener ese modelo. Ni siquiera el propio stronismo pudo perpetuar ese modelo y fue uno de los factores para el golpe de Estado”, analizó.
De acuerdo con los datos que recoge en su publicación Andrew Nickson, de la University of Birmingham del Reino Unido, durante la dictadura stronista la cantidad de empleados públicos aumentó significativamente, con militantes colorados que buscaban reforzar su apoyo dentro del partido.
En ese sentido, el empleo total en el sector público se duplicó de 11.000 a 22.000 trabajadores entre 1980 y 1987 y los puestos creados en ese entonces fueron ocupados por “planilleros”, debido a que figuraban en las planillas, pero en la práctica ni siquiera trabajaban.
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Seguidamente, Fuentes manifestó que dentro de todo este escenario político se debe resaltar el periodo de apertura democrática, sobre todo en el año 1993, con la presidencia de Juan Carlos Wasmosy, ya que el Congreso era de mayoría opositora.
Resaltó que esa mayoría opositora en el Poder Legislativo dio paso al pacto de gobernabilidad, que se firmó entre el Partido Colorado, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el entonces Encuentro Nacional.
Esto, finalmente, permitió que el esquema clientelar que favorecía a los fieles colorados “se democratice en cierta medida”, pero manteniendo siempre mayoritariamente a colorados, sistema que se tiene hasta la actualidad.
Peña auspicia continuismo del modelo
A escasos días de las elecciones generales del próximo 30 de abril, Santiago Peña desató un sinnúmero de críticas en las redes sociales, tras instar a los funcionarios de la Itaipú Binacional a que “mojen la camiseta”, asegurando que los que llegan a los cargos lo hacen gracias al Partido Colorado y no por títulos o por ser “guapitos”.
“Lastimosamente hay muchos correligionarios que no entienden, que creen que los cargos que tienen son porque son guapitos, porque tienen la pared llena de títulos. Está llena de gente con títulos, pero los que llegan a los cargos llegan gracias al Partido Colorado”, expresó el viernes último en su discurso.
Los internautas, sobre todo jóvenes, cuestionaron sus dichos, calificándolos como una “bofetada” a sus esfuerzos para ser profesionales y afirmaron que, con esto, Peña deja en evidencia que pretende sostener ese modelo de clientelismo político en la función pública.
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En su mayoría, los usuarios de las redes sociales recordaron que es una práctica común de los colorados presionar a los funcionarios públicos y seccionaleros para que voten por la Lista 1, a fin de conservar sus puestos laborales o acceder a uno, dejando al descubierto el sistema corrupto y prebendario en el país.
Mientras tanto, una parte de la población paraguaya que responde justamente al Partido Colorado, entre ellos el diputado cartista Basilio Bachi Núñez, intentó justificar a Peña, alegando que supuestamente sus expresiones se sacaron de contexto.
En el año 2016, cuando Horacio Cartes era presidente de la República, Peña se desempeñaba como su ministro de Hacienda y entonces respondía al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). Sin embargo, ante el temor de ser expulsado del cargo de confianza de Cartes, el ahora presidenciable decidió renunciar al PLRA para afiliarse a la ANR.
