Las heladas de esta semana son tan fuertes como las registradas a finales de junio y siguen teniendo un impacto negativo en los cultivos de invierno, sobre todo, en el trigo. La situación es tan grave que podría derivar en una atípica importación de trigo.
En el maíz, el daño quedó instalado con la anterior ola de frío polar y poco ya influyen las escarchas de estos últimos días en la producción final. La cosecha de este rubro avanzó recién en alrededor del 12% y aunque el rendimiento hasta ahora es bueno, se estima que la mayor parte de las áreas por recolectar tendrán una importante merma y con rindes de 3,5 toneladas por hectárea.
En cuanto a los precios, el vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja, Karsten Friedrichsen, explicó que si bien el maíz disponible se está vendiendo a USD 250 por tonelada, muchos productores cerraron antes contratos con valores de entre USD 170 y USD 220 aproximadamente.
El panorama para el trigo también va empeorando, debido a que las heladas observadas en prácticamente todo el país coincidieron con la etapa más susceptible de las plantas. Como tampoco se descarta que los fenómenos se repitan en agosto, la tendencia a una mayor merma sigue latente.
“Hay que ver si finalmente el Paraguay va a abastecer su demanda local, si esta situación empeora hasta podríamos necesitar importar trigo porque la calidad y la cantidad pueden eventualmente no ser suficientes”, advirtió al respecto Friedrichsen.
Aunque sería una situación atípica, sin embargo, el Paraguay se destaca por ser el único país subtropical que cubre toda su demanda y que además exporta esta materia prima, hay experiencias anteriores. El dirigente de la APS mencionó que a veces ingresa el trigo desde el exterior para mezclar, en caso de que el paraguayo no alcance por sí solo la calidad aspirada para la fabricación de harina. Sin embargo, hace casi una década hubo una merma importante que obligó al país a completar el faltante con importaciones.