El solemne recorrido del Camino de la Cruz comenzó a las 18:00, iluminado por más de 6.000 antorchas artesanales con velas. Estas fueron meticulosamente preparadas por los propios organizadores a partir de botellas de plástico donadas por la comunidad hernandariense, demostrando un espíritu de colaboración y reutilización. Unos 120 estacioneros fueron los encargados de representar con fervor el sufrimiento de Jesús a lo largo de 14 estaciones, recreando la Pasión y Muerte en un majestuoso sendero de luz.
Cada estación evocaba, paso a paso, el doloroso trayecto de Jesús hacia su Crucifixión, acompañado de cantos, rezos y el sonido característico de las matracas. El peregrinaje se extendió por más de un kilómetro, a través de un sendero tenuemente iluminado por la luz cálida de las velas y las antorchas caseras. Mientras los estacioneros escenificaban la procesión, cientos de feligreses acompañaron el recorrido, algunos portando sus propias antorchas, imitando la luz que guió a Jesús. Otros fieles aguardaban con devoción a lo largo del trayecto para unirse a este significativo evento religioso. WF