El brasileño de origen libanés Kassem Mohamad Hijazi, acusado por cargos de lavado de dinero, luego de casi un año de haber sido detenido en Paraguay partió antes de lo previsto de nuestro país hacia Estados Unidos, que había pedido su extradición para juzgarlo por delitos de lavado de dinero y otros.
El abogado Marcio Battilana, conocedor del sistema penal de los Estados Unidos, en comunicación con radio Monumental indicó que una de las posibilidades es que Hijazi se someta a un procedimiento abreviado, haciendo un acuerdo con el Ministerio Público norteamericano.
El hombre es requerido por la Justicia de aquel país por supuestamente ser un facilitador de un esquema de lavado de dinero para financiamiento del terrorismo.
“Si él fue extraditado para un juicio es porque ya se abrió una causa penal allá o tiene ya alguna condena”, explicó.
Battilana agregó que es muy alto el número de personas que acceden al proceso abreviado en Estados Unidos.
Para esto, tiene la opción de declararse culpable o inocente, y ya va a juicio.
DEFENSA. Battilana sostuvo que la defensa del brasileño en Estados Unidos está confiada en que su situación podría ser resuelta en la brevedad.
Señaló que dependerá mucho de la decisión del juez y eventualmente las pruebas que se tengan en su contra, como también la colaboración de su defendido. Pero aseguró que el sistema judicial en EEUU funciona. “Allá se van a respetar sus derechos, por eso lo recomendaba”, indicó.
Varios referentes de los medios de prensa se quejaron de la decisión del fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, de prohibir que se cubra la ida del procesado.
La periodista Fátima Garay indicó que Doldán, incluso, amenazó con imputar a los policías y militares que permitieran el acceso a los trabajadores de la prensa.
Vinculado en el crimen de Pecci
El nombre de Kassem Mohamad Hijazi sonó como uno de los sospechosos de la muerte por encargo del fiscal Marcelo Pecci, que había encabezado su detención, en Ciudad del Este.
Cuando el libanés estaba recluido en la Agrupación Especializada, su celda fue allanada por agentes fiscales que buscaban alguna evidencia que pueda ayudar a las pesquisas. “Por las características del crimen, que incluyeron disparos en el rostro, creemos que se trata de una represalia por una reciente investigación que Pecci hizo con la DEA y que golpeó a Hezbolá. Se trata de un grupo extremista que está hace tiempo en la región y en Colombia hay una célula”, había manifestado el comisario Sergio Insfrán, que investiga la muerte del fiscal, ocurrida el pasado 10 de mayo.