La presentación se hizo a través de la abogada Raquel Talavera, el 8 de marzo pasado, pero, hasta el momento, la jueza de Ejecución, Sandra Kirchhofer, no le dio trámite a la solicitud de la defensa.
La profesional señala que el mismo el 20 de febrero pasado había sido promovido al periodo de tratamiento y que el16 de setiembre del 2022 se hizo el cómputo definitivo de su condena de prisión.
Indica que el mismo realizó varios trabajos en el penal de Tacumbú hasta el 18 de diciembre del 2023, cuando en el Operativo Veneratio lo trasla-daron hasta el penal de Coronel Oviedo, donde también continuó con sus trabajos. Solicita que se requiera informes a estos lugares.
Alega que el reo trabajó como ayudante de depósito de Intendencia de 07:00 a 17:00, con horas de descanso y permiso para los cursos, entre el 3 de octubre de 2022 y el 15 de diciembre del 2023. Además, realizó “Curso de Bonsái”, de 8 horas; de “Alimentación saludable”, 8 horas; “Elaborador de Alimentos a base de soja”, 120 horas; “Cocina Básica”, 80 horas; “Cocina para Eventos”, 80 horas; ”Elaboración de Productos de Aseo y del Hogar”; 80 horas; “Barbería Profesional”, 200 horas; “Artesano en forrado de cueros y similares”, del 6 al 17 de noviembre del 2023.

Además, colaboró con G. 2 millones mensuales con la Pastoral Penitenciaria y fue servidor en la comunidad religiosa San Francisco de Asis, del penal de Tacumbú.
La abogada sostiene que su defendido siempre tuvo buena conducta, recibe semanalmente visitas de sus hijos y coopera con la limpieza y aseo en el penal. En el penal de Coronel Oviedo colabora en el área administrativa. Con ello, dice que le corresponden 112 días de redención.
Los internos condenados a una pena mayor a tres años, que están en el periodo de tratamiento, en un establecimiento cerrado o semiabierto, que posean una conducta calificada como muy buena podrán ser beneficiados con el régimen de redención ordinaria, por el que se restará un día a la condena por cada tres días de trabajo o estudio.