El juicio oral por usura y lavado de dinero contra Ramón González Daher y su hijo Fernando González Karjallo prosiguió ayer con la presentación documental por parte del Ministerio Público, donde se resalta la manipulación de uno de los teléfonos celulares incautados.
El fiscal de Delitos Económicos Osmar Legal mencionó que cuando una comitiva policial y fiscal allanó la vivienda de RGD y su hijo se incautaron de los teléfonos celulares de ambos, pero “el celular de Fernando González Karjallo estaba recientemente formateado y los datos estaban borrados, por lo que no se pudo revisar”.
También resaltó que los movimientos bancarios y el patrimonio neto de padre e hijo fueron en aumento de manera inconsistente a lo declarado ante la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) en sus manifestación de bienes.
La diligencia se centró en la explicación de la Fiscalía sobre el trabajo y análisis que realizó de todos los documentos que fueron acercados al Tribunal juzgador como elementos probatorios. Se trata de boletas y extractos de movimientos bancarios, estados financieros, 4.700 cheques; de los cuales 380 se extraviaron del Juzgado de Delitos Económicos del juez Humberto Otazú; pagarés, contratos privados, declaraciones juradas y estados de cuentas, entre otros, que fueron incautados durante los allanamientos realizados al inmueble de Ramón, de su hijo y a la oficina que contaban ambos en el centro de Asunción, así como la oficina de una contadora.
A eso se suman los documentos que el Ministerio Público solicitó a las entidades bancarias donde RGD tenía cuentas, y a la SET, sobre las manifestaciones de bienes, impuesto a la renta e impuestos al valor agregado presentados por los acusados en el periodo investigado, desde 2010 al 2018.
Además, el fiscal Legal reafirmó que los documentos analizados reflejan que el ex titular de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) realizaba préstamos con un alto interés, duplicando con la disposición del que no eran declarados en su manifestación de bienes ante la SET.
También mencionó que hasta el 2017, según su declaración jurada, Ramón y su hijo se dedicaban a la actividad económica principal de alquiler de inmuebles y no contaban con actividad secundaria. Tampoco tenían una participación en otra sociedad anónima y su capital integrado era de G. 2.000 millones. Recién en el 2018, el ex dirigente deportivo declara como actividad secundaria urbanización y prestamista.
También se expuso que en el año 2010, ambos tenían un activo total declarado y valorado en G. 271.470.750.000, valor que en el año 2018 trepó a G. 517.683.000.000; esto determina que el incremento fue del 91% en esos años.
Además, sostienen que en ese periodo Fernando adquirió un total de 14 vehículos registrados a su nombre, 87 inmuebles en distintas ciudades y una avioneta y dos embarcaciones, según figura en las escrituras públicas encontradas en los allanamientos realizados.