“Cuando la humanidad deja de ver la realidad y se olvida de la historia puede repetir un terrible error”, afirmó el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, en los actos que se desarrollaron hoy en esa ciudad del oeste de Japón.
A las 8.15 (23.15 GMT) del 6 de agosto de 1945 una bomba de uranio, “Little Boy”, fue arrojada por un bombardero B-29 estadounidense, y tres días después un segundo artefacto destruyó la ciudad de Nagasaki.
Las bombas nucleares que fueron lanzadas en Hiroshima y Nagasaki convirtieron a Japón en la única nación que ha sido atacada con armas atómicas, y forzaron poco después la capitulación del país en la II Guerra Mundial.
La bomba de Hiroshima causó unos 140.000 muertos el mismo día y en las fechas posteriores.
Actualmente, hay más de 150.000 supervivientes a ese ataque, con una edad media de 82 años.
El alcalde de Hiroshima dijo que –hoy día– hay más de 14.000 armas nucleares en el mundo y destacó que se ha vivido en los últimos meses un rebrote del nacionalismo y nuevas tensiones nucleares que recuerdan las que había durante la Guerra Fría.
Por ello, Matsui destacó la importancia del tratado para prohibir las armas nucleares adoptado por la Asamblea General de la ONU el 7 de julio de 2017, pero que no ha sido ratificado por las potencias atómicas ni tampoco por Japón.
Ese tratado fue descrito como un “hito histórico” por el alcalde de Hiroshima, quien ensalzó los esfuerzos para acabar con las tensiones generadas por las pruebas atómicas y balísticas de Corea del Norte.
“Esperamos que la paz en la península coreana se consiga a través del diálogo”, agregó Matsui.
En el acto, que incluyó un momento de silencio a la misma hora en la que cayó la bomba en Hiroshima hace 73 años, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, pidió redoblar los esfuerzos globales para conseguir un mundo sin armas atómicas.
“No se debe repetir lo que pasó en Hiroshima y Nagasaki”, afirmó Abe. “Como único país que sufrió la bomba atómica, nosotros tenemos la misión de llegar a un mundo sin armas nucleares”, agregó. “Por eso –dijo– vamos a promover que se transmitan estas experiencias a los jóvenes”.
En la ceremonia, en el Parque de la Paz de Hiroshima, con la participación de representantes diplomáticos de 85 países, Abe defendió los tres principios que propugna Japón en cuanto a armas nucleares: no poseerlas, no producirlas ni comprarlas.
También ofreció los buenos oficios de Japón para servir de puente entre los países con arsenal atómico y los que no lo poseen.
La conmemoración de hoy se trasladará el jueves próximo a Nagasaki, donde está previsto que, entre otras personalidades, participe el secretario general de la ONU, António Guterres, quien llegará a Japón este martes.
En un mensaje de Guterres con motivo del aniversario de la bomba que destruyó Hiroshima, el secretario general de la ONU dijo que lo que ocurrió hace 73 años “no puede ni debe ocurrir de nuevo”.
“El legado de Hirosima es el de la resiliencia”, agregó el diplomático portugués en el mensaje dirigido al pueblo de Hiroshima y leído durante la ceremonia de hoy en esta ciudad japonesa.
“Ustedes, el pueblo de Hiroshima, no solo son valientes supervivientes de una bomba atómica, sino también valientes activistas en favor de la paz y la reconciliación”, agregó.
El secretario general de la ONU también destacó que están creciendo las tensiones entre países con armas atómicas.
“Los arsenales atómicos están siendo modernizados y, en algunos casos, expandidos”, advirtió.
Guterres estará presente el jueves en Nagasaki, pero la víspera se reunirá en Tokio con Abe y con el ministro de Exteriores nipón, Taro Kono, según anunció la semana pasada Naciones Unidas.