Por Andrés Colmán Gutiérrez – Twitter: @andrescolman
En Luque, un hombre cansado de que su hijo despierte todas las noches gritando, asegurando que había visto a un perro blanco a su lado, quitó la cama del niño y comenzó a cavar en el piso de la habitación. “A los un metro y medio encontró un pequeño baúl, de unos 30 centímetros, llenos de moneda Carlos IV, de oro. Se enriqueció de la noche a la mañana”, narra Hernán Candia Román en su libro Pedro, el plata yvyguy recahá, volumen dos.
¿Verdad o leyenda? “Los que cuentan historias como estas aseguran que todo es verdad, pero es difícil demostrarlo, porque la mayoría de los hallazgos de tesoros hasta ahora se hicieron en forma kañy, sin tener el permiso de las autoridades, y nadie quiere reconocerlo, por temor a que le puedan sacar lo que encontraron”, asegura el autor.
Hernán es un personaje pintoresco. Periodista formado en la Universidad Nacional de Asunción, ejerció el oficio en el desaparecido diario Hoy, vivió en Estados Unidos, es fotógrafo y camarógrafo, experto en artes marciales, y tiene maestrías en naturopatía, homeopatía, fitoterapia y mesoterapia, además e ser gran conocedor de la flora medicinal paraguaya. En 1995 creó la Fundación Ecológica y Epigráfica Latinoamericana y se hizo un apasionado buscador de piezas arqueológicas y de tesoros escondidos, recorriendo los lugares más bellos y misteriosos de todo el Paraguay. Sus historias están recogidas en los dos volúmenes de “Pedro, el plata yvyguy recaha”, editado por Hercand producciones.
Siguiendo la misma regla de los plata yvyguy recaha, el no quiere admitir si a lo largo de sus exploraciones encontró algún tesoro oculto. “Sí hemos podido hallar y recuperar miles de objetos históricos y piezas arqueológicas, y que expusimos durante diez años en un Museo Histórico, en Fernando de la Mora, que luego tuvimos que cerrar por falta de apoyo”, reconoce.
Búsqueda de tesoros, un mito y una obsesión
Hernán explica que la búsqueda de los tesoros o la plata yvyguy está profundamente enraizada en la cultura paraguaya, ya que se alimenta de mitos de la época anterior a la conquista española, como la legendaria ciudad sagrada dorada de los Guaraníes, o Mba’e Vera Guasu (estructura enorme y brillante), que se emparenta con la presunta civilización de los atlantes.
El autor dedica todo un largo capítulo al tema del oro en la civilización guaraní, durante la Colonia y en las reducciones jesuíticas, en donde se habla del famoso presunto “oro de los jesuitas”, como acerca de las riquezas acumuladas durante los gobiernos de Francia y los López, hasta la Guerra Grande, que generó los mitos más constantes.
“Los entierros que se produjeron durante la Guerra del 70 dieron inicio a la epopeya de las búsquedas de playa yvyguy, que perdura hasta nuestros días. Hay toda una cultura de leyendas y de creencias populares, que tienen que ver con lo mágico, con las supersticiones. Yo no creo ni dejo de creer en todo lo que cuentan, pero nuestra búsqueda ha sido más técnica y científica, con máquinas y tecnología moderna”, detalla Candia.
En sus obras, el buscador ofrece un detallado catálogo de las máquinas y equipos que se utilizan en la búsqueda de tesoros, y describe su relativa eficacia en los hallazgos.
Pero lo más valioso son las historias recopiladas sobre los presuntos hallazgos. “Yo he podido conocer a varias personas que aseguran haber encontrado tesoros enterrados y he podido ver personalmente algunos de esos hallazgos, como el de la famosa piña de oro en Villarrica, pero no puedo revelar detalles de las identidades, porque eso forma parte de la pertenecía a este grupo o a esta logia de buscadores de plata yvyguy”, asegura Hernán.
Algunos de los hallazgos de tesoros más conocidos.
En sus libros, Candia Román rescata algunos de los hallazgos más célebres de plata yvyguy, según se cuentan a nivel popular:
-"Hemos escuchado que se han encontrado en la zona del Guairá un tesoro muy grande, en un baúl, que tenía más de 500 monedas de oro, joyas de muy alto valor, piñas de oro en tamaño casi igual al de la fruta normal”.
-"Los pobladores de la zona del Amambay nos comentaban que un grupo encabezado por un militar sacó cerca del Parque Nacional Cerro Corá (donde fue muerto el mariscal López, al final de la Guerra Guasu), un baúl grande, lleno de oro y joyas, que sorprendió hasta al mismo buscador. Este dato nos fue comentado por la persona que participó como chofer del militar y que obtuvo un poco de ese gran tesoro desenterrado”.
-"Otro caso interesante es el desentierro, en la zona de Villeta, de una cruz de oro que tenía más de 70 kilos”.
-"En Asunción, en el año 1996, en un lugar donde se estaba construyendo una cancha de tenis, el operador del tractor sacó un kambuchi (cántaro) lleno de oro y joyas, según comentó este mismo operador”.
-"También en la capital, en un sitio donde se estaba excavando para construir un edificio de 15 pisos, otro tractorista chocó con un entierro que, según datos, contenía 300 monedas de oro y plata”.
-"En Concepción, un poblador muy creíble, nos comentó que él, cuando era pequeño, vio como unos vecinos sacaban un gran tesoro, muy cerca de lo que hoy es el Museo de la ciudad”.
-"Un amigo nuestro afirma, e incluso nos mostró fotos, del kambuchi (cántaro) que encontró en la zona de Nueva Italia, conteniendo 50 monedas de oro, otras 20 de plata y algunas joyas. Era un pequeño tesoro familiar”.
-"Otro amigo nos mostró unas 75 monedas de plata, cobre y bronce, que sacó de dentro de una pared, en la ciudad de Luque”.
Con respecto a la mediática excavación realizada en Aldana Cañada, Capiatá, por el buscador Juan Alberto Díaz, en donde se hizo un pozo de más de 25 metros, pero no se pudo hallar nada, Candia sostiene que “es la primera vez que se hace una excavación en forma tan visible y aparatosa, con autorización de autoridades. Lástima que no tuvo éxito”.
(Los libros de Candia se pueden solicitar al teléfono 524-994).