“Gracias a Dios, la cooperación entre el Ejército libanés y la Resistencia será de alto nivel para implementar los compromisos del acuerdo”, afirmó Qasem en un discurso televisado, en el que recordó que el pacto estipula la retirada de las tropas de Israel del sur del Líbano, donde el Estado judío mantiene una invasión desde el 1 de octubre.
El clérigo, nombrado líder de Hezbolá tras el asesinato de su predecesor, Hasán Nasrala, el 27 de septiembre en un bombardeo israelí en los suburbios meridionales de Beirut, afirmó que el grupo considera al Ejército libanés como “patriótico” y que la institución asumirá “la protección de la seguridad del Líbano y la frontera con el enemigo israelí".
Además, recordó que el acuerdo de tregua, que entró en vigor la madrugada del miércoles, está “bajo la soberanía libanesa”, mientras que amenazó que, de ser violada, Hezbolá sigue preparado para una nueva confrontación con Israel.
“Estamos preparados para la guerra en el caso de que el enemigo israelí nos obligue”, dijo Qasem, sin hacer mención a varios incidentes que han tenido lugar a lo largo de la frontera desde la entrada en vigor del alto al fuego, unas acciones que han sido condenadas por el Gobierno del Líbano.
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Por otra parte, el clérigo recordó que el acuerdo de tregua “no es nuevo” ya que está relacionado con la implementación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que en 2006 puso fin a otra guerra librada entre Israel y Hezbolá.
En este sentido, hizo hincapié en que “el eje central” del pacto es “la zona sureña del río Litani”, cuyo curso alcanza hasta 30 kilómetros al norte de la frontera con Israel y de donde Hezbolá debe retirarse y dejar paso al despliegue de unos 10.000 soldados del Ejército libanés.
Eso estipula “la salida del Ejército israelí de todas las zonas que fueron ocupadas” durante la invasión, recordó Qasem.
Alrededor de 4.000 personas han muerto –alrededor de 3.200 desde mediados de septiembre– en un año de hostilidades en el Líbano, donde unas 1,5 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la violencia.
Fuente: EFE