Don Wilfrido Gamarra, de 55 años, vive solo en una vivienda del barrio 3 de Mayo, de la ciudad de Luque. Desde hace dos años lucha contra un cáncer de rostro, que ya le hizo perder un ojo y le desfiguró la cara. El hombre sobrevive gracias a la ayuda de sus hermanos y una cuñada.
Tuvo que dejar el trabajo de la albañilería mientras seguía su tratamiento en el Instituto Nacional del Cáncer (Incán), donde se realizó su radioterapia. Sin embargo, debido a la pandemia y ante un pronóstico adverso por el avance de la enfermedad, sus familiares decidieron llevarlo a su casa.
Desde entonces, su cuñada, doña Sebastiana Zayas, se encarga de sus curaciones y cuidados. La mujer señala que la situación económica y la falta de asistencia en estos casos hacen que la lucha sea titánica.
“Lo ideal sería tener un lugar donde pudiéramos internarlo, donde pueda tomar sus medicamentos y realizar sus curaciones para que pueda llevar una vida digna, pero a falta de eso pido cualquier ayuda desde alimentos o insumos para sus curaciones”, señaló.
Zayas indicó que el hombre se encuentra estable y come con regularidad, aunque soporta terribles dolores. Sus hermanos realizan constantes colaboraciones para poder comprar los medicamentos para paliar el dolor.
“Pido a las personas que me ayuden a poder ayudar, con una gasa, telas adhesivas o incluso leche ya es algo”, afirmó. Las personas interesadas en solidarizarse con don Wilfrido pueden contactarse al (0991) 369-836.