“El Comando de la Policía del estado de Zamfara desea confirmar el secuestro de 73 estudiantes de la escuela secundaria Government Day en Kaya, en el área del gobierno local de Maradun”, declaró en un comunicado el portavoz de la Policía del estado de Zamfara, Mohammed Shehu.
“El secuestro se produjo tras la invasión de la escuela por un gran número de bandidos armados que se produjo hoy exactamente a las 11.22 (10.22 GMT)”, agregó Shehu, al señalar que la Policía y el Ejército habían iniciado una operación de búsqueda y rescate de los estudiantes.
El comisario de Zamfara, Ayuba Elkana, anunció hoy a la prensa una directiva del gobernador de este estado, Bello Matawalle, por la que se procede al cierre “con efecto inmediato” de todas las escuelas primarias y secundarias del estado.
Este rapto tiene lugar después de que 18 estudiantes y miembros del personal de la Escuela de Agricultura y Ciencias Animales de la localidad de Bakura, también en el estado de Zamfara, fueran secuestrados el 15 de agosto por hombres armados y rescatados a finales de ese mes.
También en febrero de este año, en ese mismo estado, fueron raptadas 279 alumnas de una escuela de secundaria femenina en la localidad de Jangebe y liberadas el pasado 2 de marzo.
Además, solo en agosto en el estado de Zamfara fueron secuestradas al menos 50 personas el pasado día 22 y unas 60 personas el día 20.
Entre el 27 y el 28 de agosto se anunció la liberación de 140 estudiantes y miembros del personal que habían sido secuestrados en tres raptos ocurridos en centros educativos de los estados de Zamfara, Kaduna (noroeste) y Níger (centro-norte).
La ola de secuestros masivos se viene dando en los últimos meses en el centro-norte y el noroeste de Nigeria por parte de bandas de hombres armados (identificados en el país como “bandidos”) implicados también en el robo de ganado y que tienen por objetivo obtener lucrativos rescates.
El blanco más habitual de los atacantes son los centros educativos. Según datos de la Agencia de la ONU para la Infancia (Unicef), al menos 950 alumnos fueron raptados entre diciembre y principios de julio pasado en esa clase de incidentes.
El pasado 12 de junio, el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, prometió poner fin a esos sucesos y expresó su “pésame” a las familias de las víctimas de la violencia cometida por bandidos en el noroeste y centro del país.