El caso resulta grave si tenemos en cuenta que desde que empezó la crisis del coronavirus el 13 marzo, se registraron hasta el domingo último 14.931 notificaciones sobre casos sospechosos, de los cuales fueron confirmados 3.941 casos.
Estos datos representan un 7% del total país, cuando el promedio de meses anteriores era de entre el 4 y 5%.
Según el reporte de la DGVS, el sector de enfermería encabeza la lista de contagiados con 528 casos (42%), del acumulado en las últimas cinco semanas. Les siguen los médicos con 250 casos (20%), pero por sobre todo llama la atención que también se registraron muchos contagios en el personal administrativo: 116 casos en poco más de un mes.
En ese mismo contexto, 18 médicos, enfermeros, enfermeras y otros trabajadores de la salud han fallecido tras contagiarse enfrentando a la pandemia en la primera línea de combate desde el inicio de la crisis. Son personas cuyas identidades, en la mayoría de los casos, se pierden entre los datos estadísticos fríos de los reportes diarios. Por ello, este diario ha decidido sacarlos del anonimato y reconocer a varios de ellos, publicando sus nombres, sus fotos y contando algunas de sus historias en un reportaje especial que se publicó el domingo último.
Muchos de ellos no tienen un seguro médico. Hay una gran deuda del Estado por mejorar tanto las condiciones de atención a los pacientes y de ampliar la infraestructura sanitaria, como de mejorar también las condiciones de trabajo de quienes se desempeñan en el sector salud. Es de esperar que la experiencia vivida en estos duros meses de pandemia contribuya a que los decisores de la política y del Gobierno entiendan que se requiere invertir muchos más recursos en esta área tan esencial.
En honor a los médicos, enfermeros, enfermeras y personal de salud, héroes y heroínas que no siempre son merecidamente reconocidos, es necesario tener en cuenta las recomendaciones sanitarias y seguir cumpliéndolas de manera estricta, manteniendo el distanciamiento físico, usando mascarillas, lavándonos las manos con frecuencia y desinfectándonos de manera correcta.
Caer en el relajamiento y en la irresponsabilidad, como demuestran muchos lamentables casos de personas que se aglomeran en lugares de diversión, procediendo con mucha inconsciencia a compartir bebidas o alimentos, abrazos o contactos muy riesgosos, es menospreciar el valioso y sacrificado trabajo que realizan en los hospitales y centros asistenciales.
Debemos honrar al personal de salud que dio su vida atendiendo a los enfermos de Covid-q9, cuidando también la nuestra y la de los demás.