El ex presidente de la República Horacio Cartes, quien fue señalado como “significativamente corrupto” por EEUU y luego sancionado por el Departamento del Tesoro de ese país, resaltó que, pese al mal momento que se encuentra atravesando, hay colorados que “no le largan las manos”.
El titular de la Asociación Nacional Republicana (ANR) se sinceró al respecto con los correligionarios del partido.
“Realmente, no es fácil pasar los momentos que estoy pasando”, expresó durante un acto partidario en la Junta de Gobierno del Partido Colorado en la noche del martes último.
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Dijo que hacía esta confesión ante los correligionarios porque le ayudaron a llegar a la presidencia de la República en 2013. “Confieso esto, porque creí que era lo máximo. De aquí ya no hay nada más para arriba”, prosiguió el ex mandatario del país.
Cartes procedió a vender sus acciones en tres empresas a raíz de la sanción económica que le impuso la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC), cuyo Gobierno lo declaró significativamente corrupto.
En consecuencia, 16.120 acciones ordinarias de Enex Paraguay, que era de su propiedad, pasaron a manos del Banco Sudameris; como así también 4.635 acciones ordinarias y 60% de una acción en condominio de Bebidas del Paraguay.
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En estas empresas Cartes tenía una sociedad comercial con el Grupo Quiñenco, del magnate chileno Andrónico Luksic, quien decidió poner fin a su alianza comercial con el ex presidente debido a la sanción de Estados Unidos.
También cedió acciones de otras empresas de su grupo empresarial —el Grupo Cartes—, debido a la sanción, como la cementera Cecon y la cadena de farmacias Farmacenter, que quedaron en poder de sus hijos mediante la figura de anticipo de herencia.
El próximo 27 de marzo vence el plazo que EEUU le había dado para concluir el proceso de desinversión.