Primeramente hizo el juramento de rigor en compañía de su hija Sofía Cartes y luego le fueron entregados la banda presidencial y el bastón de mando por el senador Julio César Velázquez, presidente del Congreso.
Horacio Cartes a quien se le notó bastante emocionado y derramó lágrimas, asumió la presidencia en un acto solemne realizado frente a una multitud conformada por mandatarios extranjeros, personalidades de la política, medios extranjeros nacionales e internacionales y muchos ciudadanos.
El hombre que ingresó a la política salió del ámbito empresarial y el 21 de abril se impuso a su oponente del Partido Liberal con un 45% de votos a favor.
En la tarima estaban los otros hijos de Cartes, Juan Pablo y Sol, además de su esposa María Montaña.
Las principales autoridades estaban en la mesa oficial además de Velázquez; el ministro de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Fretes y Juan Bartolomé Ramírez, presidente de Diputados.
El acto comenzó con la entonación del himno nacional que fue coreado por la multitud, inclusive por algunos extranjeros como el exmandatario y senador uruguayo Luis Alberto Lacalle.
Un gobierno sin discriminaciones
“Así como hace 476 años como los fundadores de Asunción invoco a Dios y le pido que me dé sabiduría para servir al pueblo paraguayo”, así se expresó al inicio de su discurso el nuevo mandatario.
“Estoy en política para servir a mi pueblo, mejorar el futuro de las nuevas generaciones y atesorar nuestra identidad como pueblo libre, independiente y soberano” dijo en otra parte de su mensaje de asunción a la presidencia.
Prometió un gobierno capaz y eficiente “con las determinaciones que nos lleven a la riendas del desarrollo como lo han deseado los padres de la patria”.
Además aseguró que su gobierno será sin discriminaciones. “Tenemos el compromiso que cada uno de los habitantes tenga las mismas oportunidades de educación, seguridad y desarrollo”
“Soy consciente de la gran responsabilidad que asumo y de las expectativas y esperanzas de la gente, en un momento crucial de nuestra historia ", siguió diciendo, al tiempo de señalar que el país tiene todo lo que el mundo quiere, agua, energía eléctrica, entre otras cosas.
“Tenemos lo más preciado, nuestra gente, mujeres y hombres que lo único que nos piden es oportunidad”, manifestó.
En su discurso mencionó también la importancia de cuidar el medioambiente “no podemos seguir deforestando indiscriminadamente, debemos cuidar el medioambiente”.
En otra parte de su mensaje, habló del compromiso para combatir la pobreza. “Nuestra obsesión es ganar cada batalla que declaremos contra la pobreza en Paraguay”.
En ese sentido, habló también de la lucha contra la corrupción y señaló que no trendrá cabida en su gobierno, de manera a que el dinero público sea invertido para reducir los índices de pobreza “el que desea adueñarse de la cosa pública, no contará con nuestra complicidad, esa es la diferencia que marcaré. Haremos posible un gran gobierno si el dinero público llega a los más pobres”.
“Mi gobierno está comprometido para generar oportunidades para todos con énfasis en justicia social”. señaló en otra parte.
Integración regional. Resaltó la presencia de las presidentas de Brasil y Argentina y agradeció el esfuerzo de las mismas para fortalecer las relaciones y abogó por el fortalecimiento de los organismos regionales. “A los presidentes no nos recordarán por nuestras diferencias sino por nuestros esfuerzos”, señaló.
Sana rebeldía. En esta parte de su discurso, dedicó un mensaje a los jóvenes. “Hoy como presidente asumo el compromiso, de salud y educación para los jóvenes”.
“Jóvenes de mi patria no les pido paciencia, les pido sana rebeldía”, expresó en otra parte de su discurso. “Jóvenes: Como dijo el papa Francisco, si no hago una buena gestión, hagan lío”, dijo frente a la multitud que aplaudía.
Después saludó a las mujeres y niños. “No podemos permitir que madres sigan muriendo durante partos o que niños perezcan por enefermedades que son evitables”.
Aseguró que los niños serán de especial atención, “tendrán oportunidades y dejarán de ser parte del paisaje de la nación”.
A la tercera edad. “En estos tres años y medio de campaña si hay algo que me hacía echar lágrimas es ver a personas de tercera edad sin esperanzas. Yo les quiero devolver la esperanza de días mejores”, expresó.
Trabajo y seguiridad."El trabajo y la seguridad son caras de una misma moneda. Donde hay trabajo hay seguridad. Debemos aumentar el desarrollo económico” indicó, pero no obstante se aplacará la inseguridad, indicó.
Agradeció a las personas que optaron por él el 21 de abril para conducir el “nuevo rumbo” del Paraguay. “Necesitaré el concurso de todos los paraguayos, será el gobierno de las oportunidades para todos, pido a dios que me ilumine y me dé la sabiduría para servirles”
Finamente, concluyó su discurso con “Viva el Paraguay”.