Los pequeños productores hortícolas del departamento de Alto Paraná perdieron el 50% de sus cultivos a consecuencia de la inclemencia del tiempo. Las últimas tormentas con granizos y fuertes vientos –a las que se suma la indeseada humedad excesiva- han causado estragos en los cultivos hortícolas.
El impacto ha sido especialmente grave en el sector de hortalizas, lo que genera escasez de algunos rubros como tomates y verduras de hoja. Esto derivó en un aumento considerable de los precios de estos productos al consumidor.
Teodoro Galeano, productor de la comunidad El Triunfo ubicado en el Km 34, distrito de Minga Guazú, expresó su preocupación por las difíciles condiciones climáticas que han afectado gravemente la producción local.
“Es mucho el perjuicio que sufrieron los compañeros a consecuencia de este clima, primero por tormenta, granizos y eso le sumamos esta intensa lluvia, generando un exceso de humedad y eso nos crea muchos inconvenientes”, manifestó.
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Con el clima inestable –dijo- va a persistir la escasez de tomate, por citar. Esta situación se da no solo en el décimo departamento del país, sino a nivel nacional e incluso en Brasil. Por lo que, los precios se dispararon a un rango de entre G. 8.000 y G. 10.000 por kilo.
Este aumento ha sido directamente atribuido a los problemas climáticos que han impactado negativamente en la disponibilidad de productos agrícolas esenciales.
Además del problema con los tomates, relató que una amplia gama de cultivos, desde verduras de hoja –como acelga, espinaca y lechuga- hasta frutas como sandías y melones, han sufrido daños significativos debido a las condiciones climáticas adversas.
Enorme
El productor estima que las pérdidas totales podrían ascender a alrededor de la mitad de toda la producción, generando un impacto económico devastador para los agricultores locales y sus familias.
“Estamos hablando de un perjuicio enorme. Los compañeros están sumamente preocupados, porque como cualquier otro trabajador que quiere progresar, tenemos cuentas que pagar con las instituciones que nos brindan crédito y otros servicios”, apuntó.
Galeano comentó que la falta de infraestructura adecuada ha agravado aún más la situación, ya que los agricultores con cultivos al aire libre han sufrido las peores pérdidas, en comparación con aquellos que cuentan con invernaderos o mallas protectoras.
“Los compañeros que tienen sus cultivos sin protección perdieron mucho más. Aquellos que tienen su producción bajo malla tienen un poco más protegido su producción y mucho más aquellos que tiene bajo invernadero. Pero los que tienen sus rubros a cielo abierto, en muchos de los casos la pérdida es del 100%”, refirió.
Esta situación ha generado una reducción general en la producción agrícola, lo que ha llevado a una disminución en la calidad de los productos y, en consecuencia, a un aumento en los precios finales para los consumidores.
Deudas
La situación ha afectado a numerosos distritos en la región, donde los productores agrícolas han experimentado una disminución en sus rendimientos y enfrentan desafíos financieros significativos para pagar sus deudas y mantener sus operaciones en funcionamiento.
“Estamos sin posibilidad de recuperar de esta producción para generar el flujo de caja necesario para pagar los créditos, porque es poca la producción que nos queda y con un clima que no nos brinda ninguna garantía de mejorar, entonces es preocupante el momento que nos toca enfrentar en este momento”, agregó.
Esta crisis no solo ha afectado a los productores frutihortícolas, sino también a otros sectores agrícolas. Según datos recabados en los 18 distritos, donde los feriantes tienen sus asociados organizados en comités y que semanalmente vienen a comercializar en la feria semanal de Ciudad del Este, el perjuicio es igual.
“El problema no solo se da entre los productores frutihortícolas, sino de todos los demás rubros agrícolas. A todos nos afectó”, concluyó.