Natalia Insfrán
Desde tempranas horas de la mañana, todos los días, don Aníbal Mendoza viaja desde la ciudad de Capiatá hasta su local llamado Bruno Artesanías y denominado popularmente como el Hospital de los Pesebres, situado en la avenida Eusebio Ayala casi Pettirossi del Mercado Municipal N° 4. En este lugar realiza la restauración de todo tipo de figuras navideñas.
Don Aníbal relató que se encuentra trabajando desde pequeño en la restauración de pesebres desde hace más de 25 años junto a su padre, Mariano Mendoza (70), y destacó que actualmente toda su familia se dedica al mismo rubro, incluyendo su pequeño hijo de tan solo cuatro años.
“Hace más de 25 años nos dedicamos a este negocio con mi familia. Mi papá es pionero en este trabajo, él me enseñaba desde chico a pintar y restaurar las figuras. Ahora ya está descansando en casa, pero nosotros seguimos con su legado”, expresó.
Mendoza sostuvo que hasta la fecha 250 familias ya se acercaron a su local para restaurar las figuras dañadas de los pesebres tradicionales.
“Más de 250 familias se acercaron para restaurar sus pesebres, otras veces nos traen imágenes de la Virgen de Caacupé y otro tipo de figuras”, detalló.
Comentó que mayormente las piezas que siempre resultan más dañadas son los ángeles que llegan al local con alas rotas, los camellos que llegan sin cuello y la imagen del Niñito Jesús con las manos rotas o sin cabeza.
Asimismo, indicó que las figuras llegan a su local desde distintas partes del interior del país a través de encomiendas.
“Nos traen las figuras por encomienda de todos lados, ahora, por ejemplo, tenemos una restauración que va a ir hasta San Juan Nepomuceno”, relató.
El restaurador explicó acerca del proceso para la restauración de las figuras y el tiempo que lleva según los materiales utilizados.
“El trabajo varía de acuerdo al material del pesebre. Nos traen mayormente de cerámica, figuras de resina hasta de madera. Si la pieza no está muy dañada se repara al instante y la persona espera de cinco a diez minutos para llevar. Si tiene un juego entero de pesebre debe dejar en el local y buscar al día siguiente”, remarcó.
Añadió que el precio por restauración tiene un promedio de G. 5.000 por figura en adelante.
“Los precios de la restauración varían porque a veces solo se rompen las orejitas, otras veces el cuello de los animales del pesebre, o las alas de los ángeles, entonces eso se repara, se pinta y se cobra lo mínimo. Cuando la figura está muy dañada se cobra un precio más elevado porque se utilizan muchos materiales”, alegó Mendoza.
ARTESANÍAS. Además de la restauración de figuras, la familia Mendoza se dedica a la creación de pesebres de distintos tamaños, así como todo tipo de trabajos de cerámica y barro, como figuras de santos, vasijas, adornos para quinchos, alcancías, entre otros.
Relató que los juegos de pesebres se venden a partir de G. 50.000, mientras que uno más grande tiene un costo de G. 2.500.000.
Romina Mendoza, sobrina de don Aníbal, mencionó que la ciudadanía debe dar mayor importancia a los trabajos de artesanía. Destacó que los pesebres son los que mantienen la tradición latente en cada Navidad paraguaya.
“Este año se crearon muchas más artesanías, pero la gente no le da importancia a lo que es nuestro. Con el pesebre y la flor de coco perdura nuestra tradicional Navidad paraguaya”, puntualizó.
Mi papá me enseñaba desde chico a restaurar las figuras. Ahora ya está descansando en casa, pero seguimos con su legado. Aníbal Mendoza, artesano.
A veces, la gente no da importancia a lo nuestro. Con el pesebre y la flor de coco perdura la tradicional Navidad paraguaya. Romina Mendoza, artesana.
5.000 guaraníes es el costo de reparación mínima por cada figura a ser restaurada según el daño de las piezas.
50.000 guaraníes es el precio mínimo por el cual se puede adquirir un pesebre en el local Bruno Artesanías.
