“La pandemia del Covid-19 ha sido una excusa maravillosa para que líderes autoritarios adopten medidas restrictivas que igual querían adoptar”, declaró la directora interina de HRW para las Américas, Tamara Taraciuk, en entrevista telefónica con Efe.
REPRESIÓN. Sobre Cuba, HRW expresa su preocupación por los “abusos sistemáticos contra críticos y artistas, incluyendo detenciones arbitrarias, maltrato de detenidos y procesos penales abusivos” tras las multitudinarias manifestaciones del pasado 11 de julio.
En el caso de Nicaragua, HRW denuncia que las elecciones presidenciales celebradas el pasado 7 de noviembre “se llevaron a cabo sin las más mínimas garantías democráticas”, después de que las autoridades detuvieran previamente a siete candidatos rivales del presidente y entonces aspirante a la reelección, Daniel Ortega, manteniendo a muchos de ellos “incomunicados en condiciones abusivas durante semanas o meses”.
“En Nicaragua hay una dictadura descarada”, afirma Taraciuk. Esta misma falta de garantías se replicó dos semanas después en Venezuela, donde el 21 de noviembre se llevaron a cabo unos comicios regionales en los que se impusieron los candidatos chavistas en un proceso electoral caracterizado por irregularidades que fueron denunciadas por la Unión Europea.
A su vez, HRW observa que los Gobiernos de El Salvador y México están llevando a cabo arremetidas antidemocráticas constantes contra los demás poderes del Estado y contra los medios de comunicación.
BOLSONARO. El informe de HRW también hace mención al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de quien dice que “ha amenazado al Gobierno democrático en Brasil al intentar socavar la confianza en el sistema electoral, la libertad de expresión y la independencia judicial”.
Las protestas ocurridas en Colombia entre abril y julio del pasado dejaron 84 muertos, de los cuales 25 fueron por la acción policial, son también objeto de denuncia en el informe. En tanto, en Ecuador, “siguen siendo graves preocupaciones las pobres condiciones carcelarias y la violencia, el uso indiscriminado de la fuerza por parte de los organismos de seguridad, las restricciones al acceso a la salud reproductiva de mujeres y niñas, y la limitada protección de los derechos de niños y refugiados”. EFE