Stephan Rasmussen consideró “irresponsable y una falta de respeto a la Constitución”, además de “poco serio” la convocatoria a horas de la sesión extraordinaria.
Fue él, quien planteó postergar por 24 horas, pero era un hecho que ya estaban los votos para rechazar y archivar los pedidos de expulsión.
“No participaré de esta farsa maniobra tan burda (...), la sesión de la lavandina”, sentenció el colorado Juan Carlos Galaverna, para luego desconectarse de la sesión.
“La espada de Damocles la tienen encima”, sostuvo Enrique Riera, también de la ANR. “Hay algunos que tenemos almas libres. Se tiene que postergar. Los partidos nos tiramos de cabeza a la llanura”, fue su advertencia.
“Los que se cagan en la gente, para aliarse hasta con el diablo para lograr su objetivo (...). Estuve peleando por la libertad, para hacer mierda este sistema”, despotricó.
Manifestó que estaba enojado, y que supuestamente Paraguay iría camino a convertirse en Cuba, Venezuela, Chile y Nicaragua.
“Estamos reventando la democracia, los partidos políticos. Todo tiene un límite. Mandamos al tacho, por no decir a la mierda”, sostuvo el cartista Sergio Godoy.
“Después no hablen de clases desprotegidas. No sirve un carajo, si vamos a dar impunidad”, protestó.
“Estamos pactando sobre cimientos de la democracia. Asquea y repugna. Me voy a retirar de la sesión. Es una vergüenza”, cuestionó.
“Es vergonzoso y doloroso. El Senado recuperó de alguna manera su imagen. No podemos seguir así. Hay que posponer para, de alguna manera, disimular. Está visto que la mayoría va a utilizar para blanquearse como sea”, se lamentó Georgia Arrúa.
“No se tiene respeto a la ciudadanía. Queremos fulminar los partidos políticos. Es cosa de miserables. Apretar atropellar, va a tener su costo. Estamos justificando que se vayan todos. No vamos a actuar de payasos para legitimar barbaridad”, agregó.
El cartista Antonio Barrios dio la razón a las críticas ciudadanas contra el Senado. “La operación lavandina está en marcha”, criticó.
“Se le dio apresurada velocidad. Por un lado, mi dolor, porque vamos a perder un poco de ese prestigio”, dijo Tony Apuril, de Hagamos.