La Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) detectó que la facturación de G. 57.000 millones de una empresa unipersonal no condice con la humilde vivienda que figura en los documentos. Se trata de la mayor operación que pone en la mira a 17 instituciones públicas.
La empresa se dedica a “todo un poco”, pero principalmente a las construcciones. La facturación de G. 57.000 millones al Estado en solo tres años llamó la atención a la SET, que decidió investigar el caso.
“Fuimos a la casa de un unipersonal que tiene la mayor facturación. El señor tiene más de 80 años y uno mira la casa y no condice con el nivel de operación que tiene desde hace tres a cinco años, es muy llamativo”, relató el viceministro de Tributación, Óscar Orué a la Monumental 1.080.
Bajo la lupa están 17 instituciones públicas descentralizadas. La principal sospecha es que habrían recurrido a facturas falsas para justificar obras fantasmas o compras que nunca se hicieron.
De acuerdo con Orué, esta semana terminarán las pesquisas que incluyen pedidos de informes no solo a las instituciones involucradas, sino también a bancos y financieras, bajo el respaldo de la Ley 6657 sobre transparencia fiscal, que desde su promulgación en noviembre del año pasado, permite acceder a datos más rápidamente, dejando atrás las trabas del secreto bancario.
Los resultados se presentarán a la Contraloría General de la República, mientras que el área jurídica decidirá si corresponde recurrir a una denuncia penal, donde se determinará no solo la responsabilidad de las empresas, sino también de los representantes de las instituciones infractoras.
La Dirección de Contrataciones Públicas también participa de la investigación con la presentación de informes. Sobre este caso abrió un sumario administrativo.
Orué espera que la SET pueda recuperar los montos evadidos, como los USD 10 millones del caso Facturación 1.