El representante de la Iglesia Católica aprovechó su momento de discurso frente autoridades nacionales. El mandatario de turno estuvo presente en el encuentro, pero, como ya es costumbre, no emitió palabras y se llamó al silencio, dejando hablar solo al arzobispo de Asunción.
El religioso, en un ameno y directo discurso, recordó aquella crisis política que azotó al país en el mes de marzo por la enmienda constitucional. Resaltó el éxito de las oraciones y de la ayuda de la Iglesia, que desembocaron en la “inesperada y sorprendente renuncia a la reelección que le puso fin a la crisis política por la enmienda constitucional”, ya que, a su criterio, la decisión de Cartes se debió a la intervención de la Iglesia.
Recordó a los secuestrados y sostuvo que la Iglesia está orando por la pronta liberación de aquellos que fueron privados de su libertad y se encuentran en manos de grupos delictivos. Mencionó a los compatriotas que se encuentran en la extrema pobreza, “los que no pueden disfrutar de los bienes de la tierra. Los niños que viven en situación indigna y en el abandono, la situación de los adultos mayores sumergidos en la pobreza”. Con respecto al último punto, dijo que el Gobierno está mostrando “avances” al respecto para dignificarlos.
El representante del catolicismo habló además de las drogas y del lavado de dinero, apostando siempre por una reforma constitucional “que garantice la identidad paraguaya con sus valores culturales y mantenga el equilibrio de los tres poderes sin dictadura en ninguno de ellos, en concordancia con el reconocimiento auténtico de valorar la vida humana en todas sus etapas; la familia, el matrimonio y el desarrollo de la persona”, dijo.
RECORDÓ A LOS JÓVENES
“La persona es nuestra riqueza, cada paraguayo, la Iglesia optó por los jóvenes dedicando tres años de reflexión; son nuestro presente, futuro y nuestro potencial, necesitan oportunidades para acceder al estudio, al campo laboral, la formación permanente son los nuevos líderes que deben formarse, trátemelos con delicadeza mucho amor y cercanía mostrándole con el testimonio el camino de la fe cristiana, de la justicia y de la paz”, agregó.
SOBRE LA FAMILIA
Con relación a la familia, el arzobispo refirió que la familia paraguaya está integrada por el matrimonio entre “varón y mujer”, lo cual se “alza como una riqueza de nuestra patria. Debemos unir a la familia”, señaló.