En su editorial dominical Desde la fe , la Arquidiócesis mexicana citó el caso de un recién nacido que fue abandonado el martes pasado en la vía pública en el municipio de Tultitlán, el central Estado de México, quien sobrevivió, mientras sus jóvenes padres enfrentan cargos por tentativa de homicidio.
La Iglesia reclamó que “los bebés no tienen la culpa”, ante “quienes intentan argumentar que para evitar una situación como esta, se debe aprobar el aborto”. “La publicidad engañosa hace creer que el aborto es un derecho”, insistió la Arquidiócesis mexicana, y calificó la interrupción del embarazo como una práctica de “muerte”.
“El aborto es una práctica en la que hay una muerte, la del ser humano en desarrollo, legal o no, la muerte es un hecho”, dijo.
No obstante, desde 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó la inconstitucionalidad del delito de aborto en todo el país, obligando a los estados a reformar sus legislaciones y a garantizar el acceso a servicios seguros de interrupción del embarazo hasta las 12 semanas.
Este caso ha generado controversia en el país por la desinformación en torno a los métodos para el aborto seguro y los plazos que las oenegés consideran insuficientes para acceder al servicio.
La Arquidiócesis resaltó que este suceso, “además de tratarse de un acto de crueldad, también es ilegal, por haberse intentado en meses de embarazo avanzado”.
Sin embargo, en el Estado de México, el aborto voluntario fue despenalizado apenas en noviembre del 2024, generando un retraso en la garantía de los servicios para las mujeres y personas gestantes que requieran interrumpir un embarazo. EFE