A través del Decreto 031/20, el arzobispo Edmundo Valenzuela estableció una serie de medidas preventivas en las iglesias, de modo a evitar el contagio del coronavirus entre sacerdotes y feligreses de la Diócesis de Asunción.
La Iglesia paraguaya establece que la Santa Misa se celebre a puertas cerradas, en las parroquias, santuarios, capillas públicas y privadas, incluidas las de los monasterios y conventos de Asunción. También se estableció el cierre de las capillas de adoración perpetua.
Además, se sugiere que la Santa Misa sea transmitida vía Facebook.
La medida se extenderá hasta el próximo 24 de marzo, en coincidencia con el paro de actividades establecido por el Gobierno Nacional en el marco del combate al coronavirus.
Durante todo este tiempo los templos católicos permanecerán abiertos de día, con una separación entre bancos de al menos dos metros. Además, se intensificarán las labores de limpieza en los recintos religiosos.
Respecto a las confesiones, se prohíbe usar los confesionarios por lo que los sacerdotes oirán a los fieles desde una distancia prudente.
El decreto del Arzobispado surge luego de que el Gobierno Nacional haya suspendido todas las actividades que supongan aglomeración de personas, incluyendo las reuniones de carácter religioso.
Desde la Diócesis de la Santísima Asunción aclaran que la medida afecta solo a las parroquias de su jurisdicción. Las demás Diócesis pueden adoptar las medidas que crean necesarias.
Otra de las Diócesis que ya estableció medidas preventivas especiales es la de Caacupé. Además, el Santuario Basílica Menor de Caacupé adopta medidas especiales de prevención.
La medida del Ejecutivo se da como una estrategia para evitar el contagio masivo del coronavirus, cuya circulación en el país ya afectó a cinco personas.