Valenzuela reconoció que durante la llegada de la pandemia del coronavirus al Paraguay “hubo señales de cambios y de renovación de la estructura social y del Estado”. Sin embargo, se preguntó cuáles son los objetivos de esto y si es verdad.
“Hay organismos que se superponen y producen aumento de la burocracia. Las políticas públicas, como salud, educación, vivienda deben ser mejor consideradas. Esta reforma debe ser eficiente, dinámica y competitiva”, expresó.
El arzobispo de Asunción, quien es la máxima autoridad de la Iglesia Católica en Paraguay, aseguró que “en un país rico” no puede haber pobladores sin tierra, sin techo, sin trabajo, sin educación de calidad y sin salud pública para todos.
“Una vez que se esclarezcan los objetivos sociales y la búsqueda del bien común nacional, se deberá acabar con la corrupción, propiciando una justicia para todos al combatir la impunidad”, expresó.
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Al tiempo de agradecer al personal de blanco por “salvar vidas y crear esperanza” durante la pandemia, el portavoz de la Iglesia Católica lamentó las falencias del gobierno de Mario Abdo Benítez para afrontar la pandemia.
“Mientras la población obedecía estoicamente, algunos, entre políticos y comerciantes, se aprovecharon para hacer de las suyas. ¡Cuánto robo ha habido! ¡Cuánta improvisación y falta de planeamiento adecuado para enfrentar el Covid-19!”, denunció el arzobispo.
Edmundo Valenzuela lamentó que solo un grupo de personas esté como el “árbitro de la situación nacional”. Aseguró que Paraguay debe reorganizar su conducción nacional más allá de un reducido equipo técnico.
“Hace falta crear un equipo interdisciplinario que integre a más organizaciones representativas que garanticen la salud, la economía, la producción, la educación, los transportes y la vivienda y afiancen la paz. Eso hace parte del bienestar social, indispensable que el Gobierno debe cuidar como bien público”, aseguró el líder religioso.
Siguiendo con la misma línea, el arzobispo de Asunción expresó que mientras el coronavirus paralizó a la sociedad, “impidiendo el progreso y puso al desnudo al sistema sanitario”, también aparecieron las “personas sin conciencia social ni moral, llenas de egoísmo y avaricia, que alardean furtivamente su arte de robar y de apropiarse de los bienes del Estado, además de sostener negocios turbios que generan mucho dinero, como contrabando y drogas”.
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Este sábado, Asunción celebra sus 483 años de vida fundacional, en coincidencia con la solemnidad de la Virgen Nuestra Señora de la Asunción, patrona del Paraguay. En este contexto, se celebró la Misa Central en la capital del país.
En la fecha, también se cumplen dos años de gobierno del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, en medio de serios cuestionamientos sobre la transparencia de las compras públicas y la corrupción en diferentes ministerios.