“La exposición gradual al sol es primordial,” considera Richard Salerno, sicólogo educacional y clínico. Según su criterio, teniendo en cuenta las altas temperaturas que tenemos en Paraguay, la sugerencia es exponerse al sol “en las primeras horas del día.
“Unos minutos (lo ideal son diez) al sol pone en marcha el reloj biológico, nuestro ritmo circadiano, activando el metabolismo, regulando el cortisol y la glucosa en sangre”, menciona el profesional, al agregar que existen innumerables estudios científicos que destacan que la exposición al sol mejora la producción de serotonina.
“La serotonina (sustancia química) es el estabilizador principal del estado de ánimo”, señala.
“Además, la exposición al sol desinflama, regula el cortisol, que es la hormona del estrés”, subraya.
“También contribuye a que las personas tengan un descanso nocturno reparador, porque libera más melatonina y el descanso nocturno es esencial para la salud mental”, enfatiza.
Otro aporte del sol en el organismo es que aumenta las hormonas anabólicas que colaboran en que la persona “sienta más energía y optimismo, que sienta más entusiasmo”.
Todo esto favorece la liberación de la dopamina, una sustancia química cerebral o neurotransmisor que transporta señales entre las células nerviosas y ayuda al cerebro a realizar funciones esenciales, entre ellas, influir en el estado de ánimo.
Es así que la persona que tiene una correcta exposición al sol, “va a tener más energía para cumplir con sus objetivos”.
La dopamina también es conocida como la “molécula de la felicidad” porque está relacionada con el placer y la relajación.
Memoria y aprendizaje. También participa en la memoria y aprendizaje, en la toma de decisiones, regula la liberación de hormonas, influye en la presión arterial y modula la respuesta inmune.
El desequilibrio o escasez de la dopamina puede causar disfunción cerebral y enfermedad. “Justamente los países donde la gente está mucho tiempo encerrada por el frío, sufre de lo que se conoce como depresión estacional”, comenta Salerno.
En los países fríos con poca llegada de sol se sugiere que las personas salgan y se expongan a los rayos solares que lleguen, “aunque esté nublado, se puedan filtrar y eso suma a la producción de serotonina,” detalla.
Además, la exposición al sol, “permite que el colesterol produzca hormonas anabólicas y sintetiza una hormona fundamental para el sistema inmunológico, la vitamina D. El sol de la tarde permite que a la noche se libere más melatonina, la hormona del sueño reparadora”, subraya.
Se sabe que el sol ayuda con la vitamina D a mejorar la absorción de calcio y así la salud física y mental, suma al aumento de la masa muscular, por la incidencia sobre las hormonas anabólicas.
PARAGUAY, BENDECIDO. Para Richard Salerno, Paraguay es un país “bendecido” por más que a veces las altas temperaturas que se alcanzan sean agobiantes.
“La bendición es que la mayor parte del año tenemos sol. Debemos aprovechar una exposición gradual, unos 15 minutos a la mañana temprano, unos 10 minutos al mediodía y otros 15 a la tarde y vamos a poder tener todos los beneficios sicológicos y los beneficios físicos de la luz solar,” explica.
Si la exposición al sol es al mediodía, unos diez minutos bastan, “esa luz intensa impulsa a sintetizar más serotonina, se producirá a través del colesterol que tenemos en el cuerpo, más vitamina D, lo que aportará un sistema inmunológico muy fuerte. Además, aumentará niveles de testosterona y de hormonas anabólicas, logrando más energía y eso genera entusiasmo para encarar la vida. Al atardecer, los últimos rayos de luz, permite liberar melatonina para alcanzar un sueño superprofundo y reparador”.