Una convocatoria de la Comisión Permanente del Congreso Nacional a una sesión reservada para tratar el caso del fiscal Marcelo Pecci, asesinado hace casi tres años, no pudo realizarse por falta de cuórum; llamativamente, por la ausencia de los diez senadores y diputados integrantes de la bancada del movimiento Honor Colorado, la sesión no pudo realizarse. Legisladores de otro sector de la ANR afirman que puede leerse esto como un guiño al crimen organizado, pero lo que efectivamente parece es un pase a la impunidad.
Como es sabido, durante las largas vacaciones de los legisladores, queda conformada una Comisión Permanente del Congreso Nacional. Esta había convocado a una sesión reservada para el martes 28, a la que fueron invitados el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón, y otras autoridades como el ministro del Interior, Enrique Riera; el comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez; el canciller nacional, Rubén Ramírez, y los agentes fiscales que intervienen en la investigación del asesinato del fiscal antidrogas Marcelo Pecci, ocurrido en Colombia. Recordemos que recientemente fue asesinado el testigo principal del caso.
Como bien había aclarado el presidente de la Comisión Permanente, el diputado colorado Miguel Del Puerto, la convocatoria no se trataba de una interpelación, sino de una invitación para hablar del tema, y analizar los avances.
Desde el principio resultó llamativa la oposición del cartismo a la convocatoria, lo que puso en dudas si la comisión tendría el cuórum requerido para llevar adelante la sesión. Un total de 18 legisladores integran la Comisión Permanente, por lo cual se requerían 10 legisladores presentes para darle validez a la sesión; esto no fue posible ante la ausencia de cartistas y liberales afines al cartismo. De hecho que desde el principio cuestionaron el pedido de convocatoria presentado por la senadora Lilian Samaniego, a pedido de la familia Pecci, y aprobado por la Comisión.
Justamente es la senadora colorada disidente quien duramente condenó la actitud de sus correligionarios, acusando al cartismo de lanzar un guiño al crimen organizado.
“Definitivamente, no quieren ellos que se hable de esto, los colorados y los que ingresaron por otros partidos... Al no haber cuórum y haber asistido las autoridades, lo que les pido a los representantes... que desde sus oficinas hablen... Esto no tiene palabra... La familia, de forma desesperada, solicita información a los poderes del Estado, no me hacen el vacío a mí, le hacen el vacío a ellos... Esto hace dudar sobre las instituciones de si avanza o no la investigación, y esta conducta de los parlamentarios es inadmisible”.
Un día antes de la fallida sesión en el Congreso Nacional, el fiscal especializado contra el Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo, Marcelo Pecci, recibió un reconocimiento póstumo, el premio SIGA Anticorrupción, el máximo reconocimiento de la organización Sport Integrity Global Alliance. En la ocasión, su esposa, Claudia Aguilera, dijo en su mensaje: “Cuando me toca exigir la verdad sobre su asesinato y duras condenas contra los sicarios, pido también una verdadera lucha contra el narcotráfico y contra el crimen organizado; sin embargo, no quedo conforme”, y a las autoridades locales, a la comunidad internacional y a toda la sociedad pidió un mayor compromiso en nombre de Marcelo Pecci.
La impunidad que cubre con su manto el caso del crimen del fiscal es absolutamente inaceptable. Porque mientras la Justicia paraguaya no esclarezca la autoría intelectual, mientras no señale y castigue a quien haya dado la orden para el asesinato, seguiremos siendo un país injusto, un país impune. De la misma manera, seguirán en peligro las instituciones del Estado ante el peligroso avance del poder narco y el crimen organizado.