El sistema de tratamientos de efluentes de la planta industrial de la empresa cuenta con cuatro tanques de fibra de vidrio, con capacidad de 45.000 litros cada uno, y todos están interconectados.
A su vez, tiene una válvula de paso que tiene bocas de descargas que contendrían caños “que conducirían directamente al cauce hídrico”, dice la imputación.
La Fiscalía entendió tras la investigación que la planta de tratamiento tiene una conexión directa con un caño provisorio, “que se coloca clandestinamente, según su uso”.
La propia imputada había presentado ante el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) una auditoría donde decía que la generación de residuos líquidos es el mayor impacto provocado por el sector de elaboración de productos cárnicos... que pueden causar una contaminación de aguas.
El hecho se descubrió al realizarse una verificación tras la fuga de amoniaco, ocurrido en enero pasado, el cual cobró la vida de cuatro personas.