Los fiscales Dora Nohl y Gerardo Chamorro llevaron adelante varios operativos en Asunción y Mariano Roque Alonso, tras denuncias de que terminaban vendiendo los vehículos alquilados.
DENUNCIA. El caso llegó a la Fiscalía el pasado 19 de diciembre de 2024. Se denunció a los hoy imputados por alquilar un vehículo Toyota Noah, año 2005, “utilizando un contrato privado de alquiler con certificación de firmas que, presuntamente, fue adulterado”, según el reporte.
Tras las investigaciones, se pudo determinar la participación de los hoy detenidos.
Se cree que Capdevila Rodríguez era el que ponía la cara y hacía el contrato de alquiler de autos, para supuestamente empezar a operar en plataformas como Bolt o Uber.
Ahí es cuando entraba la participación de la escribana Zelaya, quien presuntamente adulteraba los documentos para luego vender los rodados.
Se presume que presentaron un contrato privado de alquiler con certificación de firmas adulterado.
En los allanamientos realizados en las viviendas de ambos, se encontró e incautó sellos notariales, un libro de registro de firmas de escribanos, y otras documentaciones que podrían ser relevantes en la causa.
También hallaron un celular, una notebook y un automóvil Toyota Vitz.
La fiscala imputó a Capdevila por producción de documentos no auténticos, apropiación y asociación criminal, mientras que Zelaya Cristaldo fue imputada por producción mediata de documentos públicos de contenido falso, usurpación de funciones públicas y asociación criminal.