La agente fiscal Estela Mary Ramírez imputó al comisario Alcides Velázquez Iriarte por los supuestos hechos punibles de secuestro y asociación criminal en carácter de cómplice, informó el corresponsal de la zona, Edgar Medina.
En la causa también se encuentran procesados como autores los suboficiales Julio Darío Díaz Sosa, de 31 años; Osmar Antonio Paredes Arrúa, de 30; Eladio Inocente Giménez Caballero, de 35; y Gustavo Arnaldo Toledo González, de 35.
El juez Carlos Vera dictó la prisión preventiva de los cuatro agentes este jueves, según comentó el propio magistrado.
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El presunto secuestro se había registrado el lunes pasado, alrededor de las 17.00, en la localidad de Torín, Departamento de Caaguazú.
Del hecho, resultaron víctimas Julia de Lima Venancio y Matheus Mangiocca, quienes circulaban en un vehículo de la marca Jeep Renegade cuando fueron retenidos sobre la ruta PY02. La pareja exhibió documentos del vehículo y la foto de una autorización para conducir el vehículo en el celular, lo que fue objetado por los intervinientes, quienes los trasladaron hasta la Comisaría 21ª.
Una vez en el lugar, los suboficiales exigieron la suma de 50.000 reales para no implicarlos en un supuesto hecho de tráfico de droga a Matheus y en prostitución a Julia de Lima.
“Para sustentar aquello, los uniformados fotografiaron al hombre con una bolsa de plástico en la mano y a la mujer le levantaron el short y también le tomaron imágenes”, según refiere la imputación.
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Las víctimas manifestaron a los policías que no contaban con el dinero exigido, pero que podían conseguir 25.000 reales si le permitían a la mujer viajar a Foz de Yguazú para buscar la plata. Ambos fueron mantenidos privados de su libertad hasta las 6.00 del día siguiente, siendo posteriormente trasladados hasta Ciudad del Este.
Una vez en la capital de Alto Paraná, los agentes obligaron a los afectados a impregnar sus huellas dactilares en un acta policial sin contenido, de fecha 19 de enero, que llevaba la firma del comisario Alcides Velázquez, lo que serviría a los agentes para demostrar que actuaron al margen de la ley.
Posteriormente, la mujer abordó un taxi y se dirigió hasta Foz de Yguazú para realizar la extracción de los 25.000 reales de una entidad bancaria, mientras que Matheus seguía en poder de los agentes.
Sin embargo, la mujer solo pudo realizar la extracción de 5.000 reales, ya que poseía una tarjeta de estudiante que no le permitía extracciones mayores en un solo día, por lo que la misma empezó a llorar y los funcionarios del banco se dieron cuenta de la situación y comunicaron el hecho a la Policía de Brasil, por lo que se activó la alarma del Comando Tripartito.