Ayer, un día después del lamentable hecho, continuaba la conmoción e indignación de gran parte de la ciudadanía, ya que Aguiar, sindicado como principal responsable, dio positivo al alcotest con 1,957 mililitros de alcohol en la sangre, según la prueba realizada tras el mortal choque.
El mismo iba a bordo de una camioneta de la marca Hyundai, de color plateado, y embistió contra una casilla donde se encontraban cuatro personas, entre ellas la pequeña víctima, Kiara, de tres años. La niña falleció casi al instante, informaron los intervinientes.
lesionados. La madre de Kiara, Olga Leiva Leiva, fue trasladada a un centro asistencial debido a los golpes que sufrió. Junto a ella, otras dos personas, Reinaldo Centurión y un menor de 16 años, quedaron lesionadas.
El fatídico trance sucedió a plena luz del día, en la tarde del lunes 4 de enero, cuando el enfermero perdió el control de su vehículo y fue a chocar contra una casilla de venta de comidas ubicada frente a la casa de las víctimas.
El lugar quedó destrozado tras el fuerte impacto, refirieron los intervinientes, que además informaron que el conductor se encontraba, aparentemente, en total estado de ebriedad.
Todas las víctimas se encontraban frente a la vivienda donde existe una casilla y un taller de motos, que quedaron destrozados tras el choque.
La fiscala Soto presentó una imputación contra el conductor ante el juzgado de la jueza Claudia Mosqueira, pero no se descarta que pueda haber alguna modificación.
Soto pedirá el análisis toxicológico para determinar si, además del alcohol, el conductor consumió alguna otra droga.
El hombre enfrentará un proceso por homicidio culposo y exposición al peligro en el tránsito terrestre. Además de la niña, otras tres personas quedaron heridas, una de ellas su madre, que está hospitalizada.
Penas más duras para alcoholizados
En diciembre del año pasado, la Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto de ley que establece la modificación de los artículos 113 y 153 de la Ley 5016/2014 Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, de manera a fijar un tope para ser considerada falta gravísima y pueda ser penalmente sancionado el conductor alcoholizado. Esto, debido a los casos de conductores ebrios que ya mataron a varias personas.
Uno de ellos también involucró a un menor de edad y ocurrió en noviembre, en Ciudad del Este. La víctima fue un niño de 11 años que murió tras ser arrollado por un conductor ebrio. El niño cenaba con su familia en un local de comidas rápidas cuando fueron barridos de la acera por el automovilista.