El Jardín Botánico y Zoológico de Asunción recibe a los visitantes con una triste imagen, se encuentra descuidado, con basuras, con cercos y tejidos caídos. De acuerdo con las denuncias de los ciudadanos, en el área de juegos, parte de la estructura de los toboganes está estropeada, y las escasas hamacas que están ubicadas bajo el sol necesitan urgente mantenimiento. Un visitante reclamaba recientemente la dejadez en la que se encuentra el parque para los niños que, por cierto, es el único espacio gratuito del lugar. Es inaceptable la situación, ya que es uno de los pocos espacios verdes de esparcimiento a nivel público que dispone la capital.
La concejala Jazmín Galeano había hecho una denuncia pública sobre el abandono y recalcó que el Ministerio de Obras Públicas, por un convenio, debe encargarse de diversas obras para la mejora de cercos, cartelería, camineros y otros, no obstante la Municipalidad podría, al menos, hacer algún tipo de mantenimiento, como cambiar el foco de un baño, el cual no funciona.
El Botánico y Zoológico es una de las direcciones municipales con la menor ejecución presupuestaria durante el 2022: solo llegó a ejecutar el 51% de lo programado. Sin embargo, la administración pretende que la ciudadanía pague la suma de G. 11.000 para pasar a ver un espacio descuidado, donde las jaulas de los animales se encuentran deterioradas y con extendidas malezas, además del detalle de la falta de seguridad del lugar. Resalta en medio de todo la situación precaria del viejo y debilitado tejido en el hábitat de los hipopótamos, lo que ocasiona que los visitantes puedan llegar muy cerca del animal y exponerse al peligro, el cual es más elevado en el caso de los niños.
El Jardín Botánico, con su extensión de casi 300 hectáreas, constituye un área fundamental para la ciudad, ya que es un verdadero pulmón en medio de tanto asfalto y cemento. Debería ser para los paraguayos un motivo de orgullo y ser apreciado como una especie de santuario, lo mismo que son los humedales de la Costanera.
El Botánico tiene una enorme riqueza de fauna y flora, además de un importante valor histórico. Una de las áreas abandonadas es precisamente el conjunto de inmuebles históricos ubicados en el predio, en el lugar donde estaban las casas de Gaspar Rodríguez de Francia y de Carlos Antonio López, que se mantienen con mucha precariedad como museos; entre ellos, uno de los más expuestos al peligro es el herbario Teodoro Rojas, creado en 1916. La casa de quien fue el primer presidente constitucional de Paraguay, Carlos Antonio López, se encuentra en lamentable estado; el edificio con telarañas que cubren las paredes y la humedad que avanza. La casa está clausurada y desde hace tiempo es utilizada como un depósito.
En el Botánico se puede encontrar un ecosistema remanente de lo que es el ecosistema del Paraguay, casi como un inventario, se conserva parte de la ecología que en otros puntos del país ya se perdió. Además del valor como patrimonio cultural, pues forma parte de nuestra identidad como sociedad, el Jardín Botánico debe ser rescatado y preservado como espacio verde fundamental no solamente para la ciudad, sino para el país.
Un espacio como el Jardín Botánico es un lujo para una ciudad como Asunción, para los asuncenos y para todos aquellos que pasan el día en la capital. En los difíciles tiempos que vivimos, cuando los científicos alertan de que este 2023 es el año más caluroso de la historia, y cuando el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido: “El colapso climático ha comenzado”, en Asunción tenemos un extenso espacio verde que la ignorancia e incompetencia de políticos mediocres están dejando morir.