Por Noelia Duarte Solís
JUAN LEÓN MALLORQUÍN
El hotel Puma de Juan León Mallorquín, situada al oeste del Alto Paraná, fue inaugurado en el local que fue sede del seminario y que luego la Diócesis de Ciudad del Este vendió y los inversionistas lo convirtieron en un centro que está destinado a hospedar a familias y personas de tercera edad.
El hotel cuenta con 27 habitaciones, de las cuales dos son para personas con discapacidad, 6 familiares y también tiene un sector para eventos como bodas, cumpleaños u otro acontecimiento familiar.
A la fecha se tiene una inversión superior a los 5.000 millones de guaraníes, según Beatriz Uran, una de las propietarias, quien invitó a conocer el hotel donde se puede tener tranquilidad y contacto con la naturaleza.
Actualmente, 10 personas de la comunidad están contratadas para prestar servicios en el hotel, pero el número de funcionarios aumentará de acuerdo a la demanda. Grupos de cocineros profesionales de Asunción concurren al hotel para instruir a los encargados del restaurante en cuanto a platos internacionales y otros secretos culinarios.
Tanto Beatriz como su esposo, Jan Madsen, de origen danés, explicaron que utilizaron materiales de primera calidad en la construcción de las habitaciones para garantizar la seguridad de sus huéspedes.
ANTECEDENTES. El matrimonio trabajó desde el 2003 en traer grupos de personas de la tercera edad, principalmente desde Dinamarca, a recorrer la zona de las Tres Fronteras y también permanecer por algunos días en Mallorquín, degustando comidas típicas.
Luego, en el 2011, a través de un empresario de la ciudad, supieron que la Diócesis ponía a la venta el antiguo seminario porque ya no había condiciones para mantenerlo y lo adquirieron por 1.500 millones de guaraníes.
“Solo servían las paredes, creo que más del 90% lo remodelamos y pusimos en condiciones porque hacer parches nomás en la construcción, a la larga, sería más caro y perjudicial. Gracias a Dios hoy estamos inaugurando”, explicó la empresaria.
En el amplio predio se cultivaron especies nativas del país, que están en pleno crecimiento y contribuyen para la sombra, donde se puede colocar hamacas y disfrutar de una buena lectura.
El hotel Puma lleva esa denominación en homenaje a Silva, el animalito salvaje que fue rescatado de una estancia de Juan León Mallorquín hace años y fue llevado a la casa del matrimonio Madsen–Uran. “El cachorro quedó abandonado y me preguntaron si no quería cuidarlo, lo llevamos a la casa y la gente de Itaipú me asesoró cómo cuidarlo. Acá en el hotel solo tenemos sus fotos, aunque puedo decir que es manso”, explicó Beatriz.