La construcción fue posible con el apoyo de la fundación estadounidense Manitos, conducida por Claire Nalley y Richard Nalley. El centro dará albergue a ocho pacientes y a los padres.
En una visita en 2016, los esposos Nalley relevaron la necesidad de un albergue para los niños que reciben tratamiento en el Incan y sus familias oriundas del interior del país de escasos recursos. Se comprometieron a levantarlo. Un año después, la promesa está cumplida.
La posada lleva el nombre de Emily Bigelow Nalley, la hija de Claire y Richard Nalley, quien tuvo cáncer y en esa etapa de su vida contó con los cuidados y el amor de una niñera paraguaya. Emily se apegó a ella y, por su intermedio, llegó a conocer los platos de la comida paraguaya, a hinchar por la Albirroja y a pronunciar palabras en guaraní.
Los esposos Nalley afirman que la construcción de la posada es una devolución de amor al Paraguay.