08 jul. 2024

Incán sobrepasado por los amparos que le obligan a comprar fármacos

Al problema presupuestario que arrastra el Incán, ahora se le suma la compra de medicamentos a alto costo por disposición judicial, también para pacientes del IPS y de sanatorios privados.

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No da más. El Instituto del Cáncer se ve afectado, además, por problemas presupuestarios.

La histórica problemática por la falta de medicamentos oncológicos en el Instituto Nacional del Cáncer (Incán) actualmente radica en los amparos que obligan al Ministerio de Salud a comprar los fármacos de alto costo a pacientes de todo el país, utilizando solo los recursos de la institución que actualmente se ve sobrepasada.

Así lo afirmó el doctor Marcelo Galli, director médico del Incán, al pronunciarse sobre la falta de medicamentos que afecta a cientos de pacientes con cáncer, que se ven obligados a esperar por un tratamiento incluso por meses.

Recordó que en enero de este año hubo un escándalo por un recorte de USD 13 millones al Incán. “Un manoseo arbitrario al presupuesto que por ley no se puede tocar’’. Galli indicó que a este hecho se suma el problema que se arrastra hace tres años, con las compras de medicamentos, la mayoría oncológicos, otros ni siquiera oncológicos, pero se adquieren por disposición judicial.

Si bien en parte estos amparos son “con justa razón”, la mayoría no están en stock en el país y ni siquiera forman parte del listado básico de la cartera sanitaria, lo cual representa un alto costo.

“Son medicamentos de altísimo costo, muchos son inmunológicos, muy precisos para diferentes tipos de cáncer, que apenas están saliendo de los países de origen. Se hacen los amparos contra el Ministerio de Salud y ellos deben comprar, pero con dinero del Incán”, lamentó en contacto con Monumental 1080 AM.

Por ejemplo, algunos insumos tienen un costo de G. 45 millones, cada ampolla. Un paciente puede usar dos ampollas por sesión. Por eso –acotó Galli– en otros países generalmente se rechazan los amparos por su costo y, ‘‘lastimosamente, esos medicamentos ya no son curativos, son paliativos, te dan días, meses, años tal vez y no por ser caros harán milagros”.

Teniendo en cuenta la realidad sobre los amparos, el especialista sugirió que se debería modificar la fuente de financiamiento del Incán, para que no se utilice exclusivamente lo que está destinado a la compra de medicamentos oncológicos en general.

Otra situación que se presenta es que personas que realizaron sus tratamientos en otros hospitales, como Clínicas, el Instituto de Previsión Social (IPS) y hasta en sanatorios privados, llegan al Incán con un amparo judicial.

Sobre esto, el director médico remarcó que el Instituto Nacional del Cáncer está absorbiendo costos oncológicos de todos los pacientes con cáncer del país y esto no se puede sostener porque cada año aumenta el número de pacientes con este mal que acuden al centro asistencial. El crecimiento anual es de aproximadamente 30%. Si este año se tuvieron 100 pacientes, el próximo serán 130, alertó Galli.

El director médico del Incán sostuvo que si se considera la problemática de los amparos judiciales, el presupuesto que tiene el Instituto del Cáncer es insuficiente, porque el presupuesto del Incán no es solamente para pagar drogas oncológicas, esto provee al 10% de los pacientes que reciben atención médica. A esto hay que sumarle costos de infraestructura, mantenimiento, personal calificado, equipamiento, terapia, etc.

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El problema presupuestario es algo que se viene arrastrando hace tiempo, lo último fue que hubo un recorte. Marcelo Galli, director médico Incán.

Crece área oncológica en el Acosta Ñu

El Ministerio de Salud concretó la ampliación edilicia del área ambulatoria de atención oncológica del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu de San Lorenzo.

Mediante una inversión de 154.500 dólares provenientes en su mayoría de aportes externos, la obra cuenta con 154 m2 de construcción y está preparada para crecer hasta una segunda planta. El espacio ofrece sala de preparación de medicamentos, un amplio salón para los niños, niñas y jóvenes que recibirán tratamiento, área de enfermería, depósito, lavadero y baños.

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