Lo primero que se realizó fue evacuar al personal de la fábrica y se cortó la energía eléctrica. “En este proceso se priorizó la vida, pero cuando llegamos ya era imposible controlar, ya estaba consumiendo gran parte”, relató uno de los socorristas al canal Telefuturo.
Ya en horas de la tarde, cuando el incendio fue contenido, uno de los accionistas, Esteban Piccini, se expresó ante los medios en el mismo sentido, que la prioridad eran sus colaboradores. “Sonó la alarma, salieron todos y están bien. La gente, que es lo más importante para todos. Fue prioridad tener a todo el personal salvaguardado”, sostuvo.
En un momento dado, la preocupación fue la gran humareda negra que otra vez se extendía en el aire, contaminando toda el área.
Se pidió a los vecinos utilizar tapabocas como medida e protección y, ante el riesgo de que el fuego alcanzara las viviendas aledañas, se pidió que si algún vecino detectaba un pestañeo, humo, temperatura y demás, que no era lo usual, que se acercara a los bomberos para poder ver y evaluar la situación.
Por lo menos siete compañías de bomberos de las ciudades vecinas de Central trabajaron para aplacar las llamas, con la colaboración de funcionarios de la Essap y de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
EN MARIANO. El pasado 8 de febrero, en el Puerto Fénix, un feroz incendio consumió por completo un depósito de cubiertas, lo que generó igual movimiento de socorristas y alertas de contaminación y propagación del fuego.