AFP, REUTERS y EFE
RÍO DE JANEIRO - BRASIL
El incendio del Museo Nacional de Río de Janeiro es una tragedia en materia de patrimonio y una pérdida para la humanidad en general, reaccionó ayer el presidente del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de Francia, Bruno David.
La institución brasileña era muy importante en el panorama de museos y poseía unos 20 millones de piezas. “Es gigantesco, representa más de un cuarto de las colecciones del MNHN”, dijo David. “La pérdida es irremplazable”, añadió. “No es solamente una pérdida para Brasil, es una pérdida para la humanidad en general, puesto que una parte de este patrimonio no estaba archivada en ningún otro lugar”, dijo. “El coleóptero recogido en 1850 era portador de mensajes de su época, a nivel de su química, su medioambiente, de lo que había comido. Todo esto se quemó. Nunca más volveremos a tener este tipo de información”, dijo.
De las 20 millones de piezas del Museo Nacional de Río, devastado por el incendio, los brasileños lloran en particular la pérdida de Luzia, “la primera brasileña”, que vivió hace más de 12.000 años en estos parajes de las Américas. “Luzia es una pérdida inestimable para todos los interesados en la civilización”, dijo Paulo Knauss, director del Museo Histórico Nacional, otra institución de Río.
El Museo Nacional, devorado por las llamas en Río de Janeiro, es el último de una larga lista de instituciones y entidades culturales que han sido blanco de las llamas en Brasil en los últimos años. Las llamas devoraron durante seis horas el Museo Nacional, uno de los más vetustos de Brasil con unos 200 años de antigüedad, por causas aún desconocidas y entre críticas de sus responsables por la falta de recursos del Gobierno del presidente Michel Temer
La ira aumentaba ayer. El Museo, que carecía de un sistema de rociadores hídricos y sufría años de abandono financiero, lo que convirtió su destrucción en una tragedia anunciada.
En el exterior de la entrada del elegante parque que alberga el edificio, de 200 años de antigüedad, agentes antidisturbios de la policía dispararon gases lacrimógenos contra un pequeño grupo de irritadas personas que intentaron entrar por la fuerza.