Este tratado crearía un enorme mercado de más de 750 millones de personas, pero dirigentes de la UE y varios gobiernos europeos consideran inviable su ratificación en la forma actual, entreabriendo la puerta a la posibilidad de una reapertura de las negociaciones.
Los documentos atraviesan actualmente la burocrática fase de revisión legal y traducción antes de ser transmitidos al Consejo Europeo, que reúne a los 27 mandatarios de la UE. Luego el texto definitivo será sometido a los parlamentos nacionales para ratificación.
En octubre, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, adelantó que no será posible ratificar el acuerdo sin compromisos ambientales claros y legalmente vinculantes.
“En su forma actual, no lo presentaremos para ratificación, y creo que aún si lo hacemos no tendremos éxito”, dijo, sin medias palabras.
Para poder avanzar, la UE necesita del Mercosur “resultados y compromisos significativos” y será necesario definir “soluciones duraderas para la región amazónica”, aseveró.
Esta visión ya se tradujo en posiciones firmes: los parlamentos de Austria y Holanda (así como el legislativo regional valón en Bélgica) ya descartaron ratificar el acuerdo en su forma actual, mientras que Irlanda, Luxemburgo y Francia expresaron fuertes reticencias.
La ratificación del acuerdo requiere una unanimidad “que en este momento no hay”, dijo a AFP un diplomático en Bruselas.