El procedimiento llevado a cabo por la SIU-Senad que incautó uno 430 kg de cocaína con destino al exterior según la línea investigativa, se dió luego de la intervención de una jueza contra el crimen organizado e involucró a la Fiscalía, a la Defensa Publica, abogados de las partes, y de peritos, en un proceso muy diferente al proceso de quema de drogas realizado en plena Navidad por parte del Gobierno, con presencia del presidente de la República en Canindeyú.
Este procedimiento tuvo que ver con la participación del presidente de la República acarreando droga en una situación que generó debate, ya que algunos aseguraron que fue un trabajo hecho por la FTC, pero del que se sirvió el mandatario para mostrar apoyo a Jalil Rachid, y por otro lado el procedimiento para la quema de la droga por la supuesta ausencia de un juez especializado contra el crimen organizado.
Diversas críticas surgieron sobre el “oportuno” Operativo Marangatú en el Departamento de Canindeyú, entre sojales cerca del lago de Itaipú, donde se dio una incautación récord de 57 toneladas de marihuana en panes prestas para cruzar al Brasil, el pasado 25 de diciembre y sirvió para levantar la imagen del cuestionado ministro de la Senad.
Al operativo acudió el propio presidente de la República, Santiago Peña, en plena víspera de la Navidad, así como también estuvo Rachid y los altos mandos militares del Comando de Operaciones de Defensa Interna de las Fuerzas de Tareas Conjuntas (CODI -FTC).
En las imágenes difundidas se ve incluso al mandatario transportando al hombro los panes de marihuana para su posterior quema.
Peña refirió que ese operativo es fruto de un trabajo de inteligencia, más el trabajo en el terreno.
“Esto nos impone la necesidad de seguir fortaleciendo a nuestras fuerzas de seguridad con más inversión”, sostuvo.
El mandatario ratificó todo su apoyo a la gestión del CODI, así como la gestión del ministro Rachid, para el intercambio de información y la realización de operativos conjuntos.
De hecho, Rachid estaba en la mira, tras su aparición pública anunciando el cese de cooperación con la DEA, una situación de la que hasta ahora el Gobierno no sabe como manejarlo.
Incluso se habló de una molestia en el seno de la FTC ya que todo el mérito de la histórica incautación recayó en el cuestionado ministro de la Senad.