Dos familias debían cobrar G. 400 millones cada una con relación a una indemnización que desembolsó la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) luego de que dos obreros perdieron la vida a causa de un cable de baja tensión que se soltó y los electrocutó.
Sin embargo, solo recibieron en forma conjunta un total de G. 75 millones de los G. 800 millones.
La fiscala Norma Salinas, en conversación con Última Hora, relató que el caso llegó hasta su oficina cuando las víctimas denunciaron el cobro ilegal por parte de dos abogados que aparentemente hicieron los trámites para el cobro.
Los desembolsos se hicieron en la sede del Banco Nacional de Fomento (BNF) en Repatriación, Caaguazú, cuando están facultados a pagar solo hasta G. 30 millones. No obstante, “pagaron dos cheques de G. 400 millones en violación a todos los protocolos del banco”, indicó la agente del Ministerio Público.
“Hay ocho personas involucradas, dos de ellas hicieron la operación, otras dos personas que hicieron de testigos de un acto jurídico de contenido falso; el director del banco y el cajero que incumplieron las normativas de pago de los cheques”, relató.
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A Juana Honorina Casco de Ramírez, quien fuera madre de Marino Ramírez Casco (fallecido), le llegó la suma G. 40 millones, de los cuales le descontaron G. 10 millones por honorario de los abogados. En total, solo recibió G. 30 millones.
En tanto, a Calixto Acosta Contrera, hermano de Antonio Acosta Contrera (la otra víctima), le entregaron G. 45 millones de G. 50 millones. También le descontaron G. 5 millones en concepto de honorarios.
Así, el esquema se alzó con G. 725 millones de los G. 800 millones, que estaban divididos en dos cheques intransferibles, según confirmó la fiscala, de G. 400 millones para cada familia, que son de escasos recursos.
El pasado 3 de agosto, Antonio Acosta Contrera, de 53 años, y Marino Ramírez Casco, de 43, realizaban trabajos de alambrado en un inmueble rural del barrio Santa Librada, ex Jaguakai, distrito de Caaguazú, cuando se les cayó encima un cable de baja tensión de la ANDE.
Ambos murieron electrocutados a causa de la fuerte descarga eléctrica.