Este es el primer presupuesto completo que presenta el Gobierno del primer ministro, el nacionalista hindú Narendra Modi, ante el Parlamento indio desde su victoria en las elecciones generales del año pasado, y también el primero en una década que presenta sin que su partido, el Bharatiya Janata Party, controle la mayoría de los 543 escaños de la Cámara.
Con este presupuesto, Nueva Delhi se enfrenta al delicado equilibrio entre estimular el crecimiento, especialmente en sectores clave como las infraestructuras, la manufactura y la tecnología, y mantener la prudencia fiscal.
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Los inversores y las empresas buscan medidas como la racionalización de las estructuras impositivas sobre las ganancias de capital y el impuesto sobre bienes y servicios financieros.
“El mercado anticipa un presupuesto que armonice la responsabilidad fiscal con iniciativas orientadas al crecimiento” de esta nación de más de 1.400 millones de habitantes que viven un momento de rápido desarrollo, dijo a EFE Samir Bhandari, cofundador y director financiero de la firma de tecnología inmobiliaria hBits.
También se espera que se aborden la atracción de inversión extranjera directa, el fortalecimiento de la fabricación nacional en el marco de la iniciativa “Make in India” y el fomento de la innovación digital, consolidando la posición de la India como actor económico global.
Bhandari sugiere que el presupuesto probablemente incorporará una combinación de racionalización fiscal, incentivos específicos y reformas estructurales para mantener el impulso económico.
Asimismo los actores de mercado esperan que se intente mantener la estabilidad de los tipos de interés, garantizar la liquidez dentro del sistema financiero y controlar la inflación.
La India, que se prevé que se convierta en una economía de 5 billones de dólares en los próximos años, ha desacelerado su crecimiento a un mínimo de siete trimestres, alcanzando un 5,4 % en el período julio-septiembre, poniendo a prueba esa ambiciosa visión de crecimiento.
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Ante esta desaceleración, el Gobierno de Modi tiene además la tarea de impulsar el consumo en el próximo presupuesto, sin descuidar su compromiso de reducir el déficit fiscal. Este equilibrio es fundamental para mantener la confianza de los inversores y asegurar la estabilidad económica del país.
Actores del mercado pequeño y mediano auguran respuestas a los retos de liquidez a los que se enfrentan estas empresas para la expansión.
“Dado que las pymes contribuyen al 40 % de las exportaciones indias, esperamos políticas que fomenten el crecimiento del crédito a la exportación, una mayor integración en las cadenas de suministro globales (...) y la promoción de la innovación dentro de las instituciones financieras”, dijo a EFE Munindra Verma, director ejecutivo de la plataforma financiera india M1NXT.
El acto de equilibrio
Para la India el reto es aumentar la demanda sin sacrificar la consolidación fiscal.
“La India sigue siendo un país pequeño en términos de comercio, y la demanda interna sigue siendo el principal motor del crecimiento”, explicó a EFE Devendra Kumar Pant, economista jefe y director de Finanzas Públicas de India Ratings & Research.
El último informe de India Ratings & Research sugiere que el presupuesto estará determinado por el endurecimiento de las condiciones fiscales, la política monetaria de la India (influenciada por el Banco de la Reserva de la India) y las complejas condiciones externas.
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Con la promesa de convertirse en la tercera economía más grande del mundo para 2030, Nueva Delhi enfrenta además la necesidad de gestionar el déficit fiscal, que se espera que alcance hasta 19 puntos en el próximo año fiscal.
“Las perspectivas fiscales para el Gobierno nacional parecen prometedoras, ya que es probable que la relación impuestos/PIB sea más alta que en el año fiscal anterior”, dijo Pant, que espera que la posición fiscal de la India mejore en 2026 y alcance su objetivo de déficit del 4,5 % del PIB.
Sin embargo, India Ratings & Research apunta a una posible desaceleración de la actividad económica en la primera mitad del año fiscal 2025, principalmente debido a la inflación sostenida.
Se espera que la aviación civil, los ferrocarriles, las carreteras, el transporte y las carreteras reciban una mayor proporción del gasto, que se prevé será la más alta en dos décadas.
Fuente: EFE.