Se estima que tras el último censo de hace doce años, el país elevó su población en 210 millones de habitantes, una cifra similar a la población total de Brasil.
Con una población tan numerosa, los servicios de planificación familiar de la India se encuentran bajo presión para mantener una tasa de fertilidad decreciente.
Según la ONU, este 14 de abril la población india llegó a los 1.425.775.850 habitantes, una cifra que deja atrás al gigante asiático chino, el cual detentaba ese puesto.
Asimismo, la actual población de India, junto con la de China, es el equivalente a la de África, y también excede a la de Europa y América.
Según el Washington Post, el nuevo hito demográfico oculta facetas distintas dentro de la India, con tasas de fertilidad que varían considerablemente de un estado a otro.
El medio estadounidense señala que en el estado de Tamil Nadu (extremo sureste del país), donde se asientan las fábricas de automóviles y iPhones, la mujer promedio tendrá 1,8 hijos a lo largo de su vida, una tasa similar a la de Estados Unidos y Suecia. En tanto, en el estado de Bihar (centronorte del país), una fértil extensión agrícola atravesada por el río Ganges, la mujer promedio tendrá tres, según la Encuesta Nacional de Salud Familiar más reciente de la India, hecha entre 2019 y 2021.
Esta diferencia en la tasa de natalidad entre estados ilustran la transformación desigual del norte y el sur de la India, una brecha que creció desde la década de 1980 y continúa molestando a los líderes y legisladores indios, según señala el Washington Post.
El citado medio indica que los estados sureños de la India no solo brindan a las mujeres un mejor acceso a los anticonceptivos y servicios de planificación familiar, según los expertos, sino que también ofrecen a las mujeres una mejor educación, más trabajos y un estatus social relativo más alto, dando mayor prosperidad a las familias.
“Demográficamente, hay dos Indias”, señaló al Washington Post el experto Arvind Subramanian, principal asesor económico del gobierno indio entre 2014 y 2018. “La India del sur ya se parece al este de Asia. En realidad, está en las primeras etapas del envejecimiento. Pero el corazón de la India aún está en auge”, aclara.
Actualmente, la divergencia económica y demográfica entre estas dos Indias “se convierte en un tema cada vez más tenso”, manifiesta Subramanian, aunque también expresa que puede ser una “oportunidad”.
La brecha norte-sur en las tasas de natalidad y el desarrollo general despierta acalorados y fuertes debates sobre cómo repartir el gasto federal y cómo asignar una mejor representación parlamentaria.
Asimismo, esta situación desafía a los líderes gubernamentales y expertos en desarrollo en la búsqueda de suficientes puestos de trabajo a los estados pobres del norte y ayudar a mujeres, que se quedan atrás, incluso cuando la economía emergente de la India parece que superará a la de Alemania a fines de esta década.