La comunidad sufrió un desalojo ordenado por el Juzgado de Primera Instancia de la Niñez de Katuete.
“Lastimosamente se llevó adelante el desalojo, vinieron 400 policías con ambulancia, nos retiramos pacíficamente para que los agentes destruyeran todas nuestras humildes pertenencias”, comentó el líder, significando que el supuesto dueño de las tierras, un señor árabe de nombre Assam, carece de documentación.
“El Juzgado obró por plata”, denunció. Saucedo dice además que hacia el año 1994, los indígenas ocupaban el lugar, unas 800 hectáreas. Tras una discusión con campesinos, los mismos abandonaron la zona. Posteriormente, el grupo de campesinos vendió a brasileños y estos a su vez traspasaron el inmueble a los árabes. Todas estas operaciones carecen de legitimidad pues no existen los documentos”, asegura Saucedo.
Tras el desalojo, más de cien familias de la comunidad indígena Avá Guaraní quedaron sin sus hogares, por lo que se ubicaron a orillas de una comunidad cercana al lugar señalado.