Una vez más se evidencia cómo el Gobierno olvida o ignora la necesidad de los indígenas que viven con total precariedad en distintas zonas del país.
Esta vez, los afectados son miembros de la comunidad indígena Santa Rosa, ubicada hacia el noroeste de la localidad de Mariscal Estigarribia, en el Departamento de Boquerón, y a aproximadamente 680 kilómetros de Asunción.
Juan Paredes, líder del grupo étnico, señaló a través de la organización Tierraviva que ya realizaron todas las gestiones correspondientes ante el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) para acceder a la construcción de viviendas.
Si bien las autoridades de la institución les manifestaron que el presupuesto para la ejecución ya está, alegaron que no podrán iniciar con las obras, a causa de la falta de caminos de todo tiempo en la zona.
Paredes lamentó que ya incluso se tuvieron que trasladar hasta la oficina de Asunción del MUVH y, pese a todos sus intentos, no podrán acceder a las casas para los nativos.
La comunidad indígena Santa Rosa pertenece al Pueblo Manjui, que actualmente se encuentra en riesgo de desaparecer, mientras que sus miembros viven en situación de extrema pobreza.
Además de la falta de caminos y viviendas dignas, los nativos padecen la carencia de agua potable, educación, entre otros servicios básicos.
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En cuanto a los servicios de salud, Paredes refirió que cuentan con un consultorio médico, pero que en el lugar no disponen de medicamentos y que solamente cada un mes llegan profesionales para vacunación y otras atenciones.
En caso de urgencia, los indígenas deben trasladarse por alrededor de 60 kilómetros hasta otro centro asistencial.