23 dic. 2024

Indígenas no pueden acceder a viviendas por trabas y desalojos

Vivienda.   Los indígenas son menospreciados a la  hora de acceder a una vivienda  digna.

Vivienda. Los indígenas son menospreciados a la hora de acceder a una vivienda digna.

El Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) ejecutó en el transcurso de este año tan solo el 21% de su presupuesto asignado a la construcción de viviendas en asentamientos indígenas.

Las comunidades indígenas no pueden acceder a viviendas del Estado por trabas, burocracia y desalojos.

Hay cuatro programas, que además de haber terminado pocas viviendas, los beneficiarios manifestaron que son de baja calidad y no se tienen en cuenta los elementos de la cultura de cada pueblo.

Adriana Agüero de Tierra Viva señaló que los problemas de acceso a la vivienda son muy complejos. Citó que los desalojos son forzosos y sin fundamentos jurídicos. “Se hacen aparatosamente, con civiles armados, con medidas judiciales algunas del 2014”, comentó.

Por su parte, Martha González, coordinadora nacional en desarrollo social del Consejo de participación ciudadana, resaltó que “los desalojos tienen que parar porque imposibilita que los pueblos indígenas puedan desarrollarse, se les quitan todos los derechos”. La misma aboga por la derogación urgente de la ley que criminaliza las ocupaciones. Agregó que esto impide que las comunidades accedan a una vivienda ya sea del Estado o no.

Comentó que durante el gobierno de Fernando Lugo, bastaba la fotocopia de cédula y otros documentos para acceder a una vivienda, y en la actualidad se requiere la titulación de la tierra. “Mientras ellos están tramitando, los extranjeros ya consiguieron un título y la orden de desalojo”, lamentó.

También hay comunidades cuyas tierras no están regularizadas porque están aún a nombre del Indert, del Indi o de otros ministerios y no pueden acceder a viviendas, manifestó Agüero.

Hay situaciones que se dan de tierras que están en manos de particulares, con comunidades asentadas hace más de 30 año, “pero ni siquiera la construcción de una escuela se puede dar si la tierra no está titulada a nombre de la comunidad”, dijo.

Sostuvo que ese es uno de los mayores inconvenientes porque el proceso de regularización territorial es largo y a eso se suma que no hay muchos funcionarios que puedan hacer el acompañamiento desde las instituciones encargadas.

Adriana Agüero indicó que este año se cuenta con datos alarmantes en cuanto a la atención de necesidades habitacionales de los indígenas.

En el año 2020, dentro del programa Pueblos Indígenas se construyeron 373 viviendas, y este año apenas 12. Con el programa Fonavis, el año pasado se hicieron unas 1.225 y en el transcurso de este año, se hicieron 270.

En cuanto al programa Che Tapyi, cuyo objetivo era construir 4.500 viviendas, el programa inició ya en el 2014 y solamente se han culminado unas 1.500. Este año solamente se hicieron 300 y otro programa finalizó la construcción de 540 viviendas.

En total se hicieron 1.483 viviendas y el presupuesto previsto para este año es de G. 11.948.488.008 y se ejecutó G. 1.188.723.965, es decir el 21%.

Obras mal hechas. Agüero mencionó que durante un encuentro, algunos indígenas mencionaron que ya hicieron el desembolso por el pago de sus viviendas y sin embargo las empresas que han sido contratadas dejan las obras sin terminar. Los materiales que utilizan no son de calidad.

”Se construyen las casas y unos meses después ya están con averías que no son reconocidas por las constructoras”, dijo.

Comentó que los funcionarios del MUHV acercan unos documentos a los líderes de las comunidades sin explicarles el alcance y son documentos de aceptación de las obras, “y al aceptar ya no tiene ningún reparo”.

El convenio 169 de la OIT establece la interconsulta desde la elaboración del programa que el Gobierno va a ejecutar. “Ese proceso desde el MUHV están aplicando de una forma que no condice. Llevan programas preaprobados y no se tienen en cuenta las costumbres”, dijo.

Lamentó que no haya un seguimiento para ver la calidad de obras y el agregado de que los trabajadores que van a hacer las obras tienen conductas inapropiadas, como obreros que embarazan a jóvenes y las abandonan, trayendo un sinfín de problemas más. “Mientras no haya voluntad real y efectiva de garantizar el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas el escenario no es alentador”, aseveró.

Las Cifras

  • 1.483 viviendas se han construido en el transcurso de este año para los pueblos indígenas y el objetivo era mucho mayor.
  • 1.183 millones de guaraníes se utilizaron hasta el momento según la planilla de G. 11.948 millones para este rubro.
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