Tras darse a conocer oficialmente la renuncia del senador oviedista Jorge Oviedo Matto, un grupo de manifestantes fueron anoche hasta el domicilio del legislador colorado Víctor Bogado, quien está imputado por el caso niñera de oro.
Al arribar al lugar, situado sobre la calle Luis de Granada y Venezuela, del barrio Bella Vista, se encontraron con otro grupo de colorados que lo defendían y que intentaron incidentar la protesta.
Con banderas, pancartas, bubuzelas, silbatos y bombas de estuendo, los manifestantes llegaron frente al edificio donde reside el legislador y le exigieron que dé un paso al costado y deje de dilatar su caso. “¡Que renuncie!”, “Ladrón”, “Fuera, Bogado” y “Expulsión, expulsión”, fueron los gritos de los ciudadanos que se manifestaron.
Sin embargo, un grupo de al menos 10 personas defendían al legislador e intentaban amedrentar. “Él es humilde y ayuda a los pobres”, exclamó un seguidor identificado como César Carrasco.
Este grupo también portaba pancartas y banderas de apoyo al legislador.
En un momento, los ánimos se caldearon, pero fueron separados por un cordón policial que se interpuso para evitar enfrentamientos.
Esther Roa, vocera de la comisión Escrache Ciudadano, afirmó ayer que además de realizar diariamente escraches al diputado liberal Carlos Portillo, se sumó a la lista el senador colorado Víctor Bogado.
“Él está dilatando su juicio aprovechándose de ser senador; queremos que sea desaforado y sea sometido a la Justicia. Queremos erradicar la corrupción y la impunidad; este es el día 1 de escrache a Bogado. Vamos a continuar hasta que renuncie este impresentable, es un ladrón de guantes blancos; queremos que sus pares lo sancionen. Invitamos a toda la ciudadanía a apostarse aquí frente a la vivienda”, sostuvo Aidé Vera, de la Coordinadora de Escrache Ciudadano.
Causa. Bogado fue acusado por la Fiscalía por estafa (autor) y cobro indebido de honorarios (cómplice).
En el caso, tanto el legislador como la niñera de oro y otro implicado se turnaron para alargar el proceso mediante recursos dilatorios que nunca fueron sancionados.
Luego de más de cuatro años de la acusación y casi cinco de la imputación, la Justicia aún no definió si los involucrados afrontarán o no juicio oral.
El expediente está trabado en la Corte Suprema de Justicia desde hace dos años y el propio Bogado insiste en chicanas.